Decenas de presuntos traficantes de armas fueron arrestados la madrugada del martes como parte del mayor operativo policial en la historia de Israel en materia de secuestro de armas ilegales.
Al menos 78 sospechosos fueron detenidos, según la información proporcionada por uno de los traficantes convertido en informante, en una redada en el sector árabe a la que se denominó "Operación Océano".
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Armas incautadas en una redada policial contra traficantes del sector árabe el martes.
(Portavoz de la policía)
Desde principios de año, más de 100 ciudadanos árabes murieron en hechos de violencia en las comunidades árabes. Entre los detenidos se encontraban un padre y tres de sus hijos que dirigían un negocio familiar de venta de armas.
La policía indicó que entre las armas incautadas había 40 rifles, 13 pistolas, dos ametralladoras y dos artefactos explosivos de activación remota listos para usar.
El informante actuó como miembro de una banda criminal local, proporcionando a sus jefes el armamento. Entre otras armas, proporcionó una ametralladora valuada en 55.000 dólares y rifles de asalto por valores de entre 16.000 y 32.000 dólares cada uno.
El ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, y altos funcionarios de la policía se reunirán en la ciudad norteña de Nazaret hoy más tarde para discutir medidas para poner fin a la ola de crímenes con los líderes árabes locales.
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Mayor incautación de armas ilegales de la historia de Israel.
(Portavoz de la policía)
El comandante de la policía del distrito norte, Shimon Lavie, dijo que la fuerza de seguridad está librando una batalla contra las bandas criminales. "Esta es una guerra real para la vida diaria, la seguridad y el futuro de los ciudadanos", expresó. "Los elementos criminales se estaban infiltrando en los municipios locales y tratando de apoderarse de los fondos públicos", advirtió.
El primer ministro Naftalí Bennett dijo el mes pasado que Israel había "perdido el control" sobre la ola de delincuencia desenfrenada en el sector árabe. Al dirigirse a una reunión de funcionarios y ministros para discutir la expansión de las atribuciones de la policía, incluida su capacidad para realizar registros sin orden judicial, el primer ministro dijo "tienen todo mi respaldo, estamos perdiendo el país".
