Los israelíes desperdician enormes cantidades de alimentos cada año, y reducir esas cifras requiere un esfuerzo nacional, según un informe de fin de año realizado por la principal organización de rescate de alimentos del país.
El Informe Nacional de Desperdicio y Rescate de Alimentos anual para 2020, publicado a principios de esta semana, fue escrito por Leket Israel en asociación con el Ministerio de Protección Ambiental.
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La reducción del desperdicio de alimentos es beneficiosa para el medio ambiente y la economía.
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Las consecuencias del desperdicio masivo de alimentos son de gran alcance, según los hallazgos. Desde el cambio climático hasta el costo de vida, no hay duda de que el cambio se necesita rápidamente. La reducción del desperdicio de alimentos es beneficiosa para el medio ambiente y la economía, al tiempo que beneficia a la sociedad, al reducir la pobreza y la desigualdad.
El informe dice que el costo estimado del desperdicio de alimentos en Israel en 2020 fue de alrededor de u$d 6.000 millones, y fueron desechadas un total de 2.5 toneladas de alimentos, de las cuales aproximadamente la mitad podría haberse ahorrado.
Israel no es el único en sus tendencias de desperdicio de alimentos. La mayoría de los países desarrollados están desperdiciando alimentos en la misma escala. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que anualmente se desperdicia un tercio de la producción mundial de alimentos.
Los alimentos se desperdician a lo largo de las etapas de producción, desde el cultivo hasta su venta en supermercados. Y no es sólo el consumidor privado el que está tirando el queso caducado que aún podría comerse o el pepino menos atractivo y envejecido.
La tasa de gasto en alimentos de Israel se considera relativamente alta entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y las familias gastan entre el 17% y el 20% de la canasta de consumo en alimentos. Además, Israel tiene una de las tasas de pobreza más altas de la OCDE, lo que hace que la seguridad alimentaria sea un problema importante y el desperdicio de alimentos un problema que debe abordarse.
"La inseguridad alimentaria en Israel ha aumentado, por lo que hay poblaciones que sufren escasez", señaló Gidi Kroch, CEO de Leket Israel. "La cantidad de residuos es inimaginable, no hay espacio para tales residuos. Estamos tirando el doble de la cantidad de alimentos de lo que se necesita para cerrar esta brecha".
"La inseguridad alimentaria en Israel ha aumentado, por lo que hay poblaciones que sufren escasez"
Gidi Kroch, CEO de Leket Israel.
El desperdicio de alimentos también tiene un gran impacto en el medio ambiente. El costo de producir cantidades excesivas de alimentos que se desperdician al final se estima en más de un millón de dólares. La tierra es necesaria para cultivar y almacenar cultivos, pero que el país también necesita para hacer frente a una gran crisis de vivienda. El equivalente a 56 piscinas olímpicas de agua es desperdiciado cada año por un país que tiene un clima árido y lidia con la sequía cada pocos años. Los vertederos de residuos contaminan el suelo y también emiten gases que contaminan el aire, incluido el gas metano dañino. Los cultivos también desperdician tierras preciosas que podrían usarse para parques, áreas abiertas o nuevos apartamentos.
La producción de alimentos desempeña un papel importante en la tasa de crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que el mundo pretende reducir. Reducir el desperdicio de alimentos es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, y este desperdicio se considera responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
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El rescate de alimentos debe ser una política nacional, dice el estudio.
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"Todo se suma al uso excesivo de energía, el uso de la tierra y el desperdicio de recursos naturales", dijo Kroch. Todo esto contribuye al aumento de las temperaturas en todo el mundo. El esfuerzo colectivo para limitar el aumento de la temperatura global fue el foco principal de la reciente Conferencia sobre el Cambio Climático de Glasgow.
La complejidad del desperdicio de alimentos y el rescate ha hecho que Kroch, y otros profesionales también, pidan un plan gubernamental importante para abordar el asunto.
"No hay un plan nacional e integral, no hay un plan que se ocupe directamente del ahorro de alimentos", dijo Kroch"Este es un asunto urgente y estratégico a nivel nacional". El rescate alimentario debe ser una política nacional y la solución debe ser integrada, según los expertos.
"No hay un plan nacional e integral, no hay un plan que se ocupe directamente del ahorro de alimentos"
"Esto no ha sido definido por el Estado como una crisis nacional que tiene que ser tratada con urgencia", señaló la profesora Ofira Ayalon, experta en política ambiental y de gestión de residuos de la Universidad de Haifa. "Hay una amplia gama de posibilidades con herramientas regulatorias e informativas que se pueden utilizar", añadió.
"El informe muestra claramente que el problema sólo empeora cada año, no hay mejora en ninguna parte de la cadena de suministro", dijo.
Fundada en 2003, Leket ha estado a la vanguardia del rescate de excedentes de alimentos en Israel. Junto con otras organizaciones no gubernamentales que intentan prevenir el desperdicio, depende de donaciones y no recibe fondos estatales.
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Leket ofrece talleres que tienen como objetivo enseñar a las personas cómo elegir productos.
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"Cuando el gobierno no invierte dinero, esto significa que el Estado no está realmente interesado en el asunto", señaló Kroch. "Esto es muy grave. Necesitamos el apoyo del gobierno". agregó. "Hay un interés creciente, pero no estoy seguro de cuánto están dispuestos a hacer", se preguntó. "Se necesita mucho dinero y no veo que se priorice en este momento".
El desperdicio de alimentos es un problema multifacético que no puede ser abordado sólo por el Ministerio de Protección Ambiental.
"Este no es sólo su territorio", expresó Ayalon. "Durante años, el ministerio no ha tenido éxito en el tratamiento de los residuos y durante las últimas dos décadas no ha logrado hacer un cambio sustancial o radical en el asunto".
El desperdicio de alimentos es un problema multifacético que no puede ser abordado sólo por el Ministerio de Protección Ambiental.
Ayalon es crítico del ministerio, y dice que si bien ha sido un socio en la redacción de los informes, no ha habido ninguna otra acción signitficativa.
"No tienen un plan de trabajo y no han estado activos en la legislatura", dijo. "Los informes no crean políticas y no hay políticas". Ha habido legislación para abordar ciertos aspectos del desperdicio de alimentos, pero el problema está lejos de resolverse, como muestra el último informe.
Leket se ocupa del rescate de productos agrícolas frescos. También ofrece talleres de nutrición y consumo que tienen como objetivo enseñar a las personas cómo elegir productos y cómo consumirlos durante más tiempo.
Con el cambio climático cada vez más en la agenda, hay más apertura para abordar el problema del desperdicio de alimentos. "La gente tiene sed de información y quiere saber cómo puede ayudar, incluso a nivel individual. Pero no hay liderazgo en estos temas y esto es visiblemente deficiente", dijo Kroch.
"Hay tantas cosas que hacer", agregó Ayalon. "Hay legislación, incentivos, sanciones, impuestos sobre los residuos individuales, es muy complejo".
Los llamamientos para que un solo órgano se concentre en un esfuerzo nacional aún no han sido atendidos. El innovador sector tecnológico de Israel podría desempeñar un papel importante en este esfuerzo. Educar al público para que consuma y desperdicie menos también es importante. Pero para que todo esto suceda, se debe tomar una decisión para abordar el desperdicio de alimentos a nivel nacional. Israel aún no está allí, dicen los expertos.
Por ahora, las acciones, o la falta de acción, del gobierno dan pocas esperanzas de que el informe Leket del próximo año muestre alguna mejora.
