Un grupo de extremistas ortodoxos ingresó ayer al Cementerio de Givat Shaul en Jerusalem durante el Día del Recuerdo (Yom Hazikaron), profanó las tumbas y prendió fuego las coronas de flores y las banderas que se encontraban en las lápidas de los soldados caídos.
Todo parece indicar que el mismo grupo de vándalos recogió las coronas de flores y las banderas de las lápidas y luego las incendiaron. Se sospecha que el incidente tuvo lugar en protesta contra los parlamentarios ortodoxos que participaron de las ceremonias de Yom Hazikaron.
El jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Aviv Kochavi, condenó el hecho. "Este es un incidente grave y vergonzoso que busca dañar a los defensores del país y a sus valores", expresó. "Las FDI abrazan a las familias en duelo y condenan este comportamiento repugnante e indignante, y no tengo dudas que la Policía de Israel llevará a la Justicia a los perpetradores de este acto criminal", añadió.
En declaraciones para Ynet, el parlamentario del partido ortodoxo Yahadut Hatora, Yaakov Asher, dijo: "Se trata de un puñado de provocadores desalmados que buscan llamar la atención, y están haciendo todo lo posible para intentar generar fricciones y tensiones en la sociedad". Y agregó: "Estos actos son dignos de toda condena, y los perpetradores no merecen ser llamados ‘ortodoxos’”.
La Policía de Israel señaló que “se abrió una investigación esta mañana luego de que se difundiera un video en el que aparecen banderas y coronas de flores ardiendo. Los investigadores están trabajando incansablemente para llegar a los sospechosos".
Ayer, una familia que había acudido al Cementerio de Givat Shaul, descubrió que las tumbas de los caídos en la Guerra de la Independencia habían sido profanadas.
Vándalos desconocidos rompieron y arrojaron al suelo las banderas israelíes que habían sido colocadas en las lápidas por el Instituto Nacional de Seguros.
"Cuando llegué esta mañana, vi que se habían roto todas las banderas en todas las tumbas", dijo Shmulik Lieberman, del kibutz Kvutzat Yavneh, quien acude con su familia todos los años a visitar la tumba de sus abuelos que murieron en la Guerra de Independencia.
"Es una sensación horrible venir y ver banderas israelíes rotas en el suelo. Hemos informado a la policía. No tenemos una evaluación de quién lo hizo, pero claramente alguien vino y pasó tumba por tumba rompiendo las banderas”, agregó.
Lieberman contó acerca de la tragedia familiar que vivió su familia durante la Guerra de Independencia. "Mi familia emigró a Israel antes de que comenzara el Holocausto, cuando empezaron a sentir antisemitismo en Europa, y se dieron cuenta de que la guerra estaba a punto de estallar. Luego se establecieron en Jerusalem. Al comienzo de la Guerra de Independencia, mi abuela murió por un proyectil jordano que impactó en la casa, por lo que mi abuelo enviudó y quedó solo con nueve hijos. Él pidió mudarse a Petah Tikva, cerca de la casa de su tía, para que ella pudiera ayudarlo con los niños. Pero las autoridades le dijeron que debido a que él era un trabajador esencial, ya que era dueño de una metalúrgica, no podía salir de Jerusalem. Un mes después de la muerte de su esposa, fue a cerrar su taller y un francotirador jordano lo mató de un disparo. Dejó nueve huérfanos, el mayor de los cuales tenía solo 18 años", relató.
"Me duele ver la tumba de un muerto profanada, especialmente las de personas que murieron por el país", manifestó Lieberman. "En el Cementerio de Givat Shaul hay muchas tumbas de caídos en la Guerra de la Independencia, y algunos de ellos no tienen familiares que puedan venir a visitarlos, por lo que justo en este día también destruyeron el pequeño aporte que hace el Instituto Nacional de Seguros por ellos. Es muy triste", añadió.