Después de dos años de bajas tasas de ocupación debido a la pandemia, los líderes de la industria hotelera de Israel son optimistas de que el próximo año traerá un cambio de suerte. Sucede que la construcción de hoteles está en su punto más alto en cinco años, reveló a principios de esta semana la Asociación de Tasadores de Bienes Raíces en Israel en un informe basado en datos tomados de la Oficina Central de Estadísticas del país.
Según el informe, en los primeros tres cuartos de 2021 comenzó la construcción de hoteles en aproximadamente 1,5 millones de pies cuadrados de bienes raíces, en comparación con los 505.000 pies cuadrados del año anterior.
La mayor parte de la nueva construcción se lleva a cabo en Tel Aviv, famosa por sus playas, vida nocturna y clima soleado. Los hoteles en la ciudad costera, que dependen en gran medida del turismo entrante, se encuentran entre los más afectados por las restricciones de viaje por la irrupción del COVID-19.
A pesar de estas dificultades, Nahum Kara, director de Ventas y Marketing de la cadena hotelera Isrotel, cree que los turistas regresarán en un número aún mayor que antes de la pandemia en el próximo año, especialmente dado que Israel ha reabierto sus fronteras una vez más. “Esperemos que sigamos abriendo las fronteras y que para Pésaj de este año estemos llenos nuevamente”, aseguró Kara.
La cadena hotelera Isrotel, que actualmente posee 20 establecimientos en todo el país, está invirtiendo la cifra de 1.000 millones de dólares, o 3.000 millones de shekels, para la compra o construcción de 12 hoteles adicionales en Israel durante los próximos cinco años, incluidos ocho solo en Tel Aviv.
En 2022, Isrotel planea abrir tres nuevos hoteles: uno cerca del Mar de Galilea, llamado Goma Hotel, y otros dos en Tel Aviv, llamados Port Tower Hotel y Alberto Hotel.
“Tenemos dos nuevos hoteles en Tel Aviv que vamos a abrir en los meses de mayo y junio”, afirmó Kara. “El primero está en la entrada del puerto de Tel Aviv, que es el área de entretenimiento de la ciudad, y el segundo está en el centro de negocios de Tel Aviv. Es un hotel boutique con 92 habitaciones y una piscina en la azotea”, añadió.
Kara y otros en la industria hotelera esperan una fuerte recuperación del turismo, que creen que es inevitable una vez que mejore la situación con la pandemia. En 2019, un récord de 4,5 millones de personas visitaron Tierra Santa.
Los hoteles que dependen del turismo entrante, como el Royal Beach Hotel de cinco estrellas, propiedad de Isrotel en Tel Aviv, se han visto particularmente afectados por el COVID-19. Sin embargo, según Kara, la cadena hotelera ha salido relativamente ilesa gracias a su diversa cartera de propiedades.
El Margoa Hotel, un hotel boutique de tres estrellas en la cercana ciudad costera de Netanya, se está preparando para llenar las habitaciones en abril. “Somos muy optimistas porque vamos a superar esa situación del COVID”, dijo Richard Ammar, gerente de Marketing y Reservas del Hotel Margoa. “Creo que es cuestión de uno o dos meses y luego recuperaremos todas las reservas de las personas que nos extrañaron en los últimos dos años”, concluyó.
Si bien las compañías inmobiliarias continúan apostando por una fuerte recuperación en el sector hotelero, si las reservas regresarán a los niveles previos a la pandemia este año solo quedará claro en los próximos meses.
