La policía israelí se enfrentó a los palestinos atrincherados dentro de la mezquita Al-Aqsa el domingo cuando más de 2.000 judíos visitaron el recinto sagrado antes de una discutida marcha nacionalista judía por la Ciudad Vieja.
La procesión anual por Jerusalem conocida como la Marcha de las Banderas celebra la captura de la Ciudad Vieja por parte de Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 y atrae a miles de participantes que vitorean y cantan en sus calles estrechas y empedradas.
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Jóvenes israelíes con banderas marchan por la Ciudad Vieja de Jerusalem el domingo.
(AFP)
Las facciones palestinas han advertido que el desfile de banderas en el barrio musulmán de la ciudad podría reavivar su conflicto de décadas con los israelíes en un momento de gran tensión.
Horas antes de que comenzara la procesión, la policía encerró a algunos palestinos dentro de una mezquita en el complejo de Al-Aqsa mientras llegaban visitantes judíos para realizar recorridos por el complejo, que es venerado tanto por musulmanes como por judíos.
Los palestinos arrojaron piedras y dispararon fuegos artificiales hacia la policía, que respondió con granadas de aturdimiento.
La policía de Jerusalem dijo que 21 personas fueron arrestadas por arrojar piedras en la Ciudad Vieja y sus alrededores.
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Manifestantes palestinos arrojan piedras a la policía en el Monte del Templo el domingo.
(Portavoz de la Policía)
Entre los visitantes judíos había una docena de jóvenes vestidos con atuendos religiosos que sonrieron, cantaron y aplaudieron en dirección a los manifestantes. A medida que crecía la multitud, otros judíos levantaron banderas israelíes y cantaron el himno nacional.
“El gobierno de Israel es responsable de todas estas políticas irresponsables y las subsiguientes consecuencias”
Bassem Naim, alto funcionario de Hamás
El grupo islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, condenó los videos publicados en línea que sugieren que los judíos habían rezado en el sitio, en violación de una prohibición de larga data.
“El gobierno de Israel es completamente responsable de todas estas políticas irresponsables y las subsiguientes consecuencias”, dijo a Reuters un alto funcionario de Hamás, Bassem Naim.
En los últimos años, Hamás se ha presentado como un defensor de la Jerusalem musulmana. Después de semanas de enfrentamientos el año pasado por los desalojos palestinos en la ciudad, Hamás disparó cohetes contra Israel durante la marcha, lo que desencadenó una guerra de 11 días que mató al menos a 250 palestinos en Gaza y 13 personas en Israel.
Haciendo caso omiso de los pedidos de replanteamiento del itinerario, el primer ministro Naftalí Bennett confirmó el domingo que el desfile se llevaría a cabo según lo planeado. "Ondear la bandera israelí en la capital de Israel es perfectamente aceptable", dijo. “Pido a los participantes que celebren de manera responsable y digna”, agregó.
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La policía choca con los manifestantes en el Monte del Templo durante el Ramadán, en abril pasado.
Israel ve a todo Jerusalem como su capital eterna e indivisible, mientras que los palestinos quieren la parte oriental como capital de su futuro Estado. Hamás, considerada una organización terrorista por los gobiernos occidentales, considera que todo el Israel moderno está ocupado.
Los palestinos ven la marcha del domingo como una demostración de fuerza israelí y parte de una campaña más amplia para reforzar la presencia judía en toda la ciudad.
Se produjeron repetidos enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí en el complejo de Al-Aqsa en abril, durante el mes sagrado del Ramadán, y los musulmanes estaban enojados por el creciente número de visitantes judíos en la explanada de la mezquita.
Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del Islam. También es venerado por los judíos como el Monte del Templo, un vestigio de los dos templos antiguos de su fe. La procesión del domingo culminará en el Muro Occidental, un lugar de oración judío que se encuentra debajo de las mezquitas de Al-Aqsa.
