El Servicio de Empleo de Israel informó este jueves que más de 100 mil personas fueron suspendidos o despedidos desde el viernes pasado, cuando comenzó a regir el segundo cierre general para combatir el coronavirus.
Las pautas para reducir las altas tasas de morbilidad, decididas hace una semana y que en las últimas horas fueron actualizadas con nuevas restricciones, se mantendrán al menos hasta el 1 de octubre y las autoridades estiman que podría provocar unos 300 mil nuevos desempleados.
Desde el 17 de septiembre, en vísperas de Rosh Hashaná (año nuevo judío), se inscribieron 120.752 solicitantes de empleo, de los cuales 110.652 fueron licenciados sin goce de sueldo. Los 10 mil restantes en su mayoría directamente fueron despedidos de sus trabajos.
Para 93.766 de estos solicitantes esta no es la primera vez que se quedan sin trabajo desde marzo, cuando comenzó el primer brote de COVID-19 en Israel. En este grupo destaca que el 70% son mujeres y que las áreas laborales más afectadas fueron la educación, empleados de comercio y gastronómicos.
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Los trabajadores gastronómicos, entre los más afectados por este nuevo cierre general en Israel.
(Moti Kemji)
En total, con el arrastre de la primera ola de la pandemia, el Servicio de Empleo informó que actualmente 854.367 ciudadanos buscan empleo, de los cuales 522.191 fueron suspendidos de sus trabajos. Así, con estas cifras, la situación del desempleo en el país retrocedió a las preocupantes cifras registradas en junio y borró los progresos de la reinserción de los últimos tres meses.
Rami Grauer, director general del Servicio de Empleo de Israel, agregó al análisis de estas estadísticas que cientos de miles de israelíes perdieron su trabajo en marzo y desde entonces no pudieron reinsertarse en el mercado laboral. “Un período tan largo sin trabajo puede derivar en un desempleo crónico”, advirtió.
