Los disturbios estallaron el martes por la noche en las calles de dos comunidades predominantemente ultraortodoxas después de que la policía disolviera dos bodas ilegales masivas, pocas horas después de que Israel anunciara que endurecería el bloqueo a partir de este viernes.
Las bodas tuvieron lugar en la ciudad de Bnei Brak y el asentamiento de Beitar Illit, que tiene una tasa de infección de COVID-19 del 24% y actualmente encabeza la lista de ciudades "rojas" afectadas por el virus.
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Imagen captada en el evento ilegal de Beitar Illit, donde se ve a uno de los agentes de la policía israelí.
(Kikar HaShabbat)
La boda en Beitar Illit fue organizada para el hijo de un Rebe de Toldot Avraham Hasidim, una de las facciones jasídicas más extremas, y asistieron cientos de personas.
Los agentes de policía que llegaron al lugar, después de ser informados de que se estaba realizando un evento masivo, al principio no pudieron ingresar porque las puertas tenían un candado.
Cuando pudieron ingresar, se procedió a pedirle al Rebe que dispersara el evento, pero en respuesta éste les ofreció vino a los policías, quienes permitieron que continuara el evento, con cientos de asistentes bailando y cantando en un espacio cerrado, sin distanciamiento social ni máscaras faciales.
Luego llegaron refuerzos y lograron dispersar la boda, lo que derivó en enfrentamientos entre los oficiales y los vecinos.
(Cuando la policía procedió a dispersar, recibió la repulsa de los asistentes.)
"Mientras las fuerzas policiales dispersaban a los invitados, decenas comenzaron a congregarse fuera del salón, alterando el orden público, enfrentando a las fuerzas, lanzando piedras a los vehículos policiales, causando daños", informó la policía en un comunicado.
El comandante de la policía fronteriza, Kobe Shabtai, ordenó posteriormente que los agentes fueran destituidos de sus puestos.
En Bnei Brak también tuvo lugar una gran boda. Asistieron cientos de invitados y se llevó a cabo en un sitio en construcción que estaba siendo renovado, en flagrante violación de las pautas y normas de seguridad del Ministerio de Salud.
La policía pidió a los invitados que se dispersaran, impuso multas y convocó al organizador del evento para interrogarlo. El propietario del sitio en construcción, a quien se advirtió sobre la realización de eventos masivos en las instalaciones unas horas antes, recibió una multa de 5.000 shekels.
El propietario del edificio afirmó que "no sabía" que el evento se estaba llevando a cabo.
