El gran rabino sefardí de Israel, Yitzhak Yosef, condenó el lunes los disturbios que tuvieron lugar en Bnei Brak el domingo en protesta contra las restricciones destinadas a detener la propagación del coronavirus, y calificó a los alborotadores de "jóvenes marginales".
Cientos de extremistas ultraortodoxos en diversas ciudades se enfrentaron con policías que intentaban cerrar sinagogas e instituciones educativas del sector haredí, las cuales habían reabierto y llevado a cabo grandes reuniones, en violación del cierre general impuesto en Israel. En uno de los episodios violentos, llevado a cabo en la ciudad predominantemente ortodoxa de Bnei Brak, alborotadores subieron a un autobús y lo incendiaron.
"Su camino no es el camino de la Torá. Todos somos hijos de Abraham, Itzchak y Yaakov, y se nos ordena 'amar a tu prójimo como a ti mismo'", dijo Yosef en un llamamiento directo a los involucrados en los incidentes violentos.
"Ciertamente no hay justificación para actos tan graves. Aquellos que los llevan a cabo en nombre de la Torá, profanan los cielos", agregó.
El rabino Yossef señaló que los que participaron en los disturbios deben ser "repudiados" por la sociedad. Instó a los servicios sociales a "cuidar" de ellos, y pidió a sus educadores que les enseñen “modales”.
Sin embargo, sostuvo que los jóvenes que participaron en los disturbios son "una minoría" e instó a la policía a mostrar moderación. “Somos gente fraternal”, indicó.
"Es un deber sagrado de los alcaldes y las autoridades asistenciales de la ciudad de Bnei Brak cuidar de estos jóvenes, que al fin y al cabo son parte de nuestra carne. Son, por supuesto, una minoría que empaña la imagen de todo el público ultraortodoxo, la mayoría del cual está muy alejado de ese comportamiento".