Los propietarios de varios bares y restaurantes en Tel Aviv decidieron abrir sus negocios el martes por la noche, a pesar de las regulaciones de salud que prohíben las reuniones en el espacio público. Los trabajadores se aseguraron de usar medidas de protección, como guantes y máscaras, y la comida y bebida se sirvió en productos desechables.
En virtud de las regulaciones, la policía advirtió que multará a los dueños de negocios que se nieguen a permanecer cerrados. Al mismo tiempo, las fuerzas policiales dispersaron una gran afluencia de personas concentradas en la plaza Dizengoff de Tel Aviv.
Raz Avidan, dueño de uno de los bares de la zona, señaló: “Esta falta de respeto hacia los propietarios de bares y los trabajadores independientes en general, no puede continuar. La plaza [Dizengoff] está llena de gente, las playas están llenas de gente y yo solamente estoy sirviendo comida para llevar en platos que se usan una sóla vez para que la gente pueda comer en mi propio patio”.
A pesar de la aprobación del esquema que prevé la apertura de restaurantes para la semana próxima, los dueños de negocios consideran injusta la situación actual. “Las playas están abiertas, los centros comerciales también y nuestra calle de bares está siendo destruida”, expresó Yotam Shilla, otro de los propietarios. “Es una especie de apertura de protesta”, agregó.
Tomer Moore, uno de los líderes de la campaña que llevan a cabo los dueños de restaurantes para poder reabrir, dijo que todos estaban de acuerdo en administrar sus negocios de manera responsable. “Al final de una pelea hay momentos de acuerdo. Aprobamos este esquema [de reapertura] después de estar seguros que los cafés, bares, clubes y restaurantes pueden cumplir con todos los parámetros”, sostuvo Moore.
El martes, el Ministerio de Salud publicó también el esquema para la reapertura de salones de eventos, que entrará en vigencia a partir del 14 de junio. El esquema incluye medidas de limpieza excepcionales, una obligación por parte de los invitados a registrarse en el sitio web del salón al llegar a un evento y la posibilidad, por parte del lugar, de contactar a todos los invitados en caso de que alguno de los presentes contraiga el COVID-19.