La policía israelí se enfrentó este lunes a un hombre palestino que llevó una bombona de gas al techo de su casa y amenazó con prenderse fuego en el barrio de Sheikh Jarrah mientras su familia enfrentaba un desalojo.
La familia de Mohammed Salhiya enfrenta una amenaza de desalojo desde 2017, cuando el terreno donde se encuentra su casa fue asignado para la construcción de una escuela.
"No nos desalojarán de la casa. O morimos o vivimos. Me voy a quemar"
Mohammed Salhiya, residente de Sheikh Jarrah
El Ministerio de Seguridad Pública, sin embargo, aseguró que la casa de Salhiya no está destinada a ser desalojada esta semana, sino sólo la guardería situada junto a ella.
La policía y el ayuntamiento de Jerusalem explicaron en un comunicado conjunto que los delegados acudieron a la casa a primera hora del lunes después de que la familia ignorara "innumerables oportunidades" para desalojar el terreno como se les había ordenado.
"Quien abandona su casa es un traidor", expresó Salhiya. "No nos desalojarán de la casa. O morimos o vivimos. Me voy a quemar", amenazó.
Al parecer, aceptó bajar del tejado si le presentaban un documento en el que se comprometían a no desalojarlos de la casa. El ayuntamiento dejó claro que no tiene intención de firmar ningún documento mientras los miembros de la familia estuvieran atrincherados en el tejado.
"Llevamos en esta casa desde los años 50", contó Abdallah Ikermawi, miembro de la familia Salhiya, desde el tejado de la vivienda. "No tenemos ningún sitio al que ir", expresó en declaraciones facilitadas por la organización Comité Sheikh Jarrah, y añadió que la familia estaba formada por 15 personas, incluidos niños.
El año pasado estalló una guerra de 11 días en Gaza entre Israel y los palestinos, alimentada por la ira en Sheikh Jarrah, donde las familias lucharon contra las órdenes de desalojo.
"Podrían haber construido las escuelas en la misma parcela sin desplazar a las familias. Hay espacio de sobra"
Laura Wharton, concejala de Jerusalem
La policía informó que sus "negociadores" se encontraban en la vivienda de Salhiya después de que varios residentes de la casa "comenzaran a fortificarse con un bote de gas y otro material inflamable". Testigos afirmaron que tras la llegada de la policía se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los habitantes de la zona, pero que posteriormente se calmaron.
Espacio de sobra
En algunos casos, los judíos israelíes presentaron desafíos legales para reclamar las tierras que, según ellos, fueron tomadas ilegalmente durante la guerra que coincidió con la fundación de Israel en 1948.
Los palestinos rechazaron estas afirmaciones, asegurando que sus casas fueron compradas legalmente a las autoridades jordanas que controlaban Jerusalem Este entre 1948 y 1967.
Siete familias palestinas de Sheikh Jarrah llevaron sus recursos legales contra sus amenazas de desalojo al Tribunal Supremo de Israel.
La concejala de la ciudad de Jerusalem, Laura Wharton, que se encontraba en el lugar de los hechos y debía reunirse con la familia Salhiya más tarde, criticó la actuación del ayuntamiento. "Podrían haber construido las escuelas en la misma parcela sin desplazar a las familias. Hay espacio de sobra", expresó.
"Lo triste es que esto lo hace el propio municipio, no son unos colonos de derecha", finalizó.