El Ministerio de Salud de Israel expresó su preocupación ante una posible propagación masiva de coronavirus a través de miles de israelíes que viajaron a Ucrania para celebrar Rosh HaShaná, el año nuevo judío.
Antes del lunes alrededor de 20 mil israelíes llegarán a la localidad de Uman para celebrar la festividad con la tradicional peregrinación a la tumba del rabino Najman de Breslev. Muchos de ellos ya llegaron a Ucrania, y las fotos y videos que circulan sobre lo que allí ocurre no son alentadoras: reuniones masivas, en espacios cerrados y sin mascarillas.
“Ya se produjeron infecciones y anoche se evacuó en un vuelo especial a un paciente gravemente enfermo”, contó este viernes Ashi Shalmon, director del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud.
En una discusión especial sobre el tema en el Comité de Economía de la Knesset, el funcionario definió a las oraciones masivas en la tumba del rabino Najman de Breslev como “eventos densos con poca capacidad de distanciamiento social”. En documentación obtenida por Ynet se puede observar a decenas de fieles sin mascarillas en la sinagoga principal de Uman.
Muchos israelíes ya llegaron a Ucrania, y las fotos y videos que circulan sobre lo que allí ocurre no son alentadoras: reuniones masivas, en espacios cerrados y sin mascarillas.
El comité aprobó este viernes una enmienda retroactiva a las pautas de salud vigentes que obliga a todos los israelíes que hayan viajado a Ucrania entre el 29 de agosto y el 6 de septiembre a presentar una prueba negativa de COVID-19 en las 72 horas previas al viaje de regreso, y establece una multa de 2.500 shekels (780 dólares) a quienes intenten violar esta directiva.
Una fuente del ministerio le dijo a Ynet que “la gran preocupación es que quienes regresen de Uman asistirán la semana siguiente a las oraciones de Yom Kipur”, en función de las últimas directivas del gobierno que eximen del aislamiento domiciliario a quienes regresen del exterior con la tercera dosis de la vacuna aplicada, o que recientemente accedieron a la primera inyección.
“Aunque la mayoría de los que viajaron a Uman están vacunados, vale recordar que en agosto de los 559 muertos por coronavirus mayores de 60 años, 195 no estaban vacunados pero 364 sí. Por eso las sinagogas cerradas y sin uso de mascarillas definitivamente representan un peligro”, resaltó la fuente consultada.
A pesar de los altos índices de contagios, este año en Israel las sinagogas estarán abiertas y sin restricciones, tanto la semana que viene en Rosh Hashaná (año nuevo judío) como el miércoles 15 y el jueves 16 de septiembre en ocasión de Yom Kipur (día del perdón). “Recomendamos los rezos al aire libre”, declaró en ese sentido Salman Zarka, director nacional del Proyecto Coronavirus, aunque no hay ninguna pauta que obligue a esta práctica.