El próximo fin de semana se celebra la festividad judía de Shavuot, conocida también como la fiesta de las cosechas, una fecha especialmente esperada por el Movimiento Kibutziano que nuclea al conjunto de las comunas agrícolas tradicionales del país.
Cada comunidad festeja Shavuot a su manera. En el kibutz Gilad, por ejemplo, este año la celebración será especial porque allí arribaron inmigrantes ucranianos. Por eso los pequeños Palina y Meron, de tres y dos años, participarán de los festejos junto a sus madres y sus nuevos amigos.
En Beit Alfa y Heftziba, dos comunas aledañas del norte de Israel, esta edición de Shavuot coincide con un aniversario especial: los 100 años de la fundación de cada kibutz. “Es una verdadera fiesta, en ambos kibutzim estamos eufóricos con los festejos del centenario”, dijo Sarit Elmkies, de Heftziba. “El objetivo es llegar a 100 festejos a lo largo del año”, contó Einat Kanfei de Beit Alfa.
Maagan Michael, kibutz de la costa mediterránea, celebra junto a Shavuot un prestigioso título: la tasa de natalidad más alta del Movimiento Kibutziano. El año pasado nacieron 41 bebés, superando en la “competencia” a Naan y Shefayim, con 35 nacimientos cada uno. “Supongo que la combinación de buena comida, una vida cómoda y la proximidad al mar hicieron su trabajo”, comentó Rinat Harari, directora educativa de Maagan Michael.
Nir Meir, secretario general del Movimiento Kibutziano, se expresó orgulloso de “liderar un movimiento que contribuyó y sigue contribuyendo a la seguridad, el desarrollo e integridad de Israel” y destacó que “el movimiento lleva más de 110 años determinando las fronteras del país”.