El parlamento de Nicaragua se dispone a ratificar un polémico acuerdo de cooperación y comercio con Irán, el cual el sector privado considera de alto riesgo por las sanciones económicas que Estados Unidos recientemente impuso a Teherán por su programa nuclear.
El acuerdo, que será evaluado esta semana por la Asamblea Nacional, controlada por el Frente Sandinista (FSLN, izquierda), plantea la promoción de inversiones entre ambos países.
El objetivo del tratado, firmado el 10 de agosto en Teherán, es "intensificar la cooperación económica, utilizar los recursos económicos y potenciales en el área de inversiones", según indica el texto.
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Daniel Ortega y el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.
(AFP)
De acuerdo con el documento, las inversiones de cualquiera de los dos países no pueden ser nacionalizadas ni expropiadas, excepto en caso de interés público. Asimismo, busca fortalecer las relaciones bilaterales que se habían establecido tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979.
La representación diplomática iraní se retiró del país en 1999, casi una década después de la derrota electoral del líder sandinista Daniel Ortega, y se restauró en 2007 cuando este volvió al gobierno.
El acuerdo avanza pese a la oposición del empresariado privado nicaragüense, que advierte que casi no existen relaciones económicas con Irán ni interés en exportar a ese país.
"En el plano comercial no tenemos absolutamente ningún interés. No ofrece ventajas lógicas y no vemos ningún tema que pueda ser de interés para las mayorías en Nicaragua", afirmó a la AFP el presidente del Consejo superior de la Empresa Privada (Cosep), José Aguerri.
El intercambio comercial entre ambos países es insignificante. Nicaragua exportó a Irán U$S 69.960 en 2016, nada en 2017 y U$S 66.607 en 2018, según el Centro de Trámite de las Exportaciones nicaragüense.
