Finalizó la 13° edición de "Aprendiz", un proyecto educativo del Museo del Holocausto. Se trata de una cadena viva de relatos orales encarnados en jóvenes que, luego de estar en contacto directo y personal con sobrevivientes del Holocausto, asumen el legado de contar su historia.
Durante tres meses, 14 jóvenes de entre 18 y 35 años compartieron momentos con los sobrevivientes con quienes, a partir de ahora, tienen el compromiso ético de representar y transmitir su historia para mantener vivo el recuerdo de su vida.
En una emotiva ceremonia en la que se firmaron compromisos éticos de continuar con la memoria del Holocausto, los sobrevivientes Agnes Klein, Jorge Kappel, Myriam Kessler, Jaime Segalis, Hertie Taubenfeld, Betty Wainstock, Moises Borowicz, Claudia Piperno, Hanka Grzmot, Pedro Roth, Jullius Hollander, Marcos Garfunkel y Jorge Varga recibieron y dieron regalos a sus aprendices.
2 צפייה בגלריה
Aprendices y sobrevivientes celebraron la finalización de una nueva edición del proyecto
(Museo del Holocausto de Buenos Aires)
En esta edición participaron Alejandro Glikson, Bianca Dubinsky, Carolina Garber, Daniela Settembrino, Denise Leibman, Julieta Kogan, MartinBocian, Micaela Percara, Michelle Cataife, Nicole Serjai, Sofia Segalis, Solange Suli y Tatiana Fluk.
Esta travesía conjunta entre un sobreviviente y un joven está precedida por una capacitación integradora. Los encuentros transcurren en un marco íntimo y personal, elegido por ellos mismos. El sobreviviente transmite lo que sabe, lo que recuerda, quién ha sido y quién es, y el aprendiz se compromete a incorporar el relato y su esencia para transmitirlo en forma oral durante mucho tiempo más.
2 צפייה בגלריה
Jonathan Karszenbaum, director del museo, durante el acto de cierre de "Aprendiz"
(Museo del Holocausto de Buenos Aires)
Los jóvenes aprendices interactúan con los sobrevivientes, se sumergen en su historia, aprenden sobre su personalidad y sobre los distintos momentos de la vida. De esta manera, toma del sobreviviente todo lo que lo distingue, lo que lo hace ser como es, para ser su vocero y contar su historia. Esta inmersión y comprensión profunda le permitirá representarlo y mantener vivo el relato oral.
El aprendiz registra el proceso de toda la experiencia en forma de un diario, una bitácora de viaje, que será su memoria de la historia del sobreviviente y del proceso de conocimiento.
Los aprendices, al igual que los sobrevivientes, son acompañados durante el proceso por integrantes del equipo de coordinación. El acompañamiento tiene como objetivo la supervisión cercana y el apoyo, en caso de ser necesario, para resolver o intervenir en cualquier problema o inconveniente durante la experiencia.
