La agencia AJN informó de una reunión entre el embajador de Israel en Uruguay, Yoed Magen, y el canciller de ese país, embajador Francisco Bustillo. El encuentro se habría llevado a cabo para analizar el estado de las relaciones bilaterales.
Bustillo comentó a través de su cuenta en Twitter que recibió al representante israelí en una “visita de cortesía”.
“Muy buena reunión con el nuevo canciller, el embajador Bustillo. Discutimos temas de interés común para Israel y Uruguay”, expresó por su parte Magen.
El encuentro se concretó luego de que la Embajada de Israel entregara al gobierno de Uruguay unos 20 equipos de alta tecnología para ser utilizados por los propios pacientes en sus casas en el marco de la pandemia por el COVID-19.
Con la guía de un médico especialista, esos insumos permiten auscultar los pulmones, el corazón y examinar oídos, nariz y garganta, además de buscar infecciones y lesiones de piel. De esta forma, se evita el contacto entre paciente y médico en situaciones de COVID-19.
El dispositivo se utilizará en plan piloto y un equipo en cada capital departamental realizará las instancias de capacitación para los profesionales. “Es un equipo económico, para la tecnología que tiene, y aporta servicios de telemedicina que se habían anunciado en el plan de gobierno”, afirmó.
Uruguay analiza características de vacunas contra el COVID-19, como el realizado por Israel que se encuentra en fase 3 de análisis clínico.
El embajador Magen destacó el liderazgo de su país en el desarrollo de tecnologías vinculadas con el agua, la agricultura, la ciberseguridad, la seguridad, las telecomunicaciones, la computación y la medicina. Además, ponderó la relación amistosa entre ambos países y recordó que Uruguay fue un país decisivo en la creación del Estado de Israel, en 1948.
Uruguay analiza características de vacunas contra la COVID-19, como el realizado por Israel que se encuentra en la fase 3 de análisis clínico.
Uruguay también recibió propuestas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de Argentina y México, países que producirán las vacunas desarrolladas por la Universidad de Oxford.