En ocasión del 26° aniversario del atentado a la AMIA, en el que 85 personas murieron tras la explosión de una bomba en el edificio de la mutual judía en Buenos Aires, la organización realizó su acto oficial.
Un día antes de la fecha exacta para preservar las tradiciones del shabat, el evento se transmitió por los canales oficiales de la institución debido a la imposibilidad de realizar el tradicional acto en la puerta de la AMIA, y tuvo como orador principal a Ariel Eichbaum, presidente de la institución.
“Desde el 18 de julio de 1994 a las 9.53 de la mañana el tiempo de la justicia está detenido. Cada 18 de julio es otra bomba, cada día de impunidad el asesinato se repite, el terrorismo gana la batalla y nuestra democracia no puede saldar una de sus deudas más vergonzante”, señaló Eichbaum en el inicio de su exposición.
En relación al contexto de pandemia que impidió la realización del acto de manera presencial, el presidente de la AMIA afirmó que “el dolor no cambia” y agregó: “En estos momentos en que nos acostumbramos a escuchar cifras de fallecidos todos los días sentimos la obligación moral de traer al presente el recuerdo de 85 vidas que no fueron interrumpidas por un desastre natural, una enfermedad o una tragedia imposible de prevenir, sino que fueron asesinados producto de una decisión, planificación y ejecución realizadas por una organización terrorista apoyada por un Estado extranjero”.
En ese sentido, Eichbaum señaló la responsabilidad del grupo islamista Hezbollah y celebró las posturas de los últimos dos gobiernos argentinos en pos de considerar al movimiento libanés dentro de la lista agrupaciones vinculadas al terrorismo internacional. “Hezbollah es una organización terrorista y su participación con el atentado a la AMIA está completamente comprobada en el expediente judicial”, consideró.
“El año pasado se creó el primer registro nacional”, señaló en relación a la acción impulsada por el entonces presidente Mauricio Macri. “Queremos destacar que ese registro se mantiene hasta la fecha”, indicó a su vez respecto del gobierno actual presidido por Alberto Fernández.
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Ariel Eichbaum, presidente de la AMIA y orador principal del acto de recordación del 26° aniversario del atentado.
(AMIA)
“Se designó a Hezbollah como organización terrorista y se marcó un rumbo en la región”, dijo en función de las posturas similares que tomaron Paraguay, Honduras, Guatemala y Colombia, e instó a que otras naciones tomen acciones similares. Una referencia especial fue emitida hacia Brasil: “Sabemos fehacientemente que Hezbollah opera en la zona de la Triple Frontera”, en alusión a la zona en la que limitan Argentina, Paraguay y Brasil. “Sus contactos con grupos criminales brasileños y sus intentos de penetrar al territorio argentino a través de la provincia de Misiones debe ser una preocupación de las autoridades, Hezbollah no es solamente una amenaza del pasado”, remarcó.
“Conocemos gran parte de la verdad, falta la justicia”, sostuvo Eichbaum sobre la falta del esclarecimiento de los responsables del ataque. Apuntó directamente a la República Islámica de Irán como “patrocinadora y cómplice de Hezbollah” y enfatizó que dicho Estado “fue señalado por la justicia argentina como responsable intelectual del ataque y haber utilizado su embajada en Buenos Aires como una estación de inteligencia para realizar el atentado”.
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Imágenes computarizadas que acompañaron el acto de recordación, transmitido de manera virtual en el contexto de pandemia.
(AMIA)
A su vez, el presidente de la AMIA puntualizó sobre las interferencias locales de la justicia que impiden el esclarecimiento del atentado: calificó la muerte del fiscal Nisman como un “homicidio vinculado a su tarea como fiscal del caso AMIA”, criticó la designación de un nuevo fiscal de la Unidad Fiscal AMIA que se dedicará a la tarea a tiempo parcial como una medida “contraria a los esfuerzos que se requieren”, y apuntó contra Mario Cimadevila, ex responsable de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia que recientemente denunció presiones del gobierno anterior. Cimadevilla fue acusado por Eichbaum de “realizar declaraciones altisonantes” pese a que “en su momento no dijo nada al respecto”, y adujo esta situación a cuestiones de política interna del país que no contribuyen al esclarecimiento del atentado.
Además del discurso principal, el acto de 40 minutos de duración destacó por los emotivos testimonios de familiares y allegados a las víctimas, y la lectura del nombre de los 85 fallecidos acompañadas por imágenes computarizadas que mostraban la calle del edificio de la AMIA y la presencia de personas, como símbolo de los actos de aniversarios anteriores.
