Fuentes de Cisjordania le aseguraron a Ynet que, por primera vez en seis meses, este viernes las fuerzas de seguridad palestinas detuvieron y entregaron a las FDI a un ciudadano israelí.
El hecho ocurrió en la ciudad palestina de Tulkarem y representa la primera acción conjunta entre las fuerzas israelíes y palestinas después de medio año sin coordinación directa en materia de seguridad.
La Autoridad Palestina suspendió en mayo todo contacto con Israel a partir de las intenciones del gobierno israelí de anexar asentamientos judíos de Cisjordania. La decisión contó con el respaldo de todo el liderazgo palestino, incluido el grupo terrorista Hamás que gobierna en la Franja de Gaza y Saeb Erekat, secretario general de la OLP que la semana pasada murió de coronavirus en un hospital de Jerusalem.
Al parecer, el regreso a la cooperación de seguridad anunciado esta semana es un intento de la Autoridad Palestina de aprovechar el impulso de la elección de Joe Biden como próximo presidente de Estados Unidos. Se trata de una manera de presentar logros frente a una creciente desesperación de la población palestina, y el sistema de defensa israelí no descarta de que este sea el primer paso para una reanudación de negociaciones directas sobre el conflicto palestino-israelí.
Sin embargo, este acercamiento a Israel le abre conflictos al presidente Mahmoud Abbas en el frente interno: en los próximos días el liderazgo de Hamás celebrará una reunión urgente para redefinir sus políticas, luego de semanas de importantes diálogos de reconciliación con Hamás que corren riesgo a la luz de los últimos acontecimientos.