El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reunió hoy con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en Jerusalem en el marco de una gira de cinco días por Medio Oriente. Pompeo aclaró que Estados Unidos tiene la intención de vender armas a los Emiratos Árabes Unidos. "Tenemos relaciones militares con los Emiratos Árabes Unidos y les hemos proporcionado armamento. Continuaremos evaluando este proceso para entregarles las armas necesarias para proteger a su pueblo de la amenaza iraní. Lo haremos de una manera que cumpla con nuestro compromiso de preservar la ventaja cualitativa de Israel”.
Netanyahu sostuvo que el acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos no incluía el consentimiento de Israel a ningún acuerdo de armas y que desconocía ese acuerdo. "Nuestra posición no ha cambiado", expresó el primer ministro tras la reunión. Y agregó: “Escuché de Pompeo un fuerte compromiso de que Estados Unidos garantizará la ventaja cualitativa de Israel. Esto fue probado durante cuatro décadas con Egipto y dos décadas con Jordania. Washington cumplió ese compromiso y no tengo ninguna duda de que lo hará con este”.
Sobre la cuestión de las sanciones a Irán, Netanyahu declaró: "Ver que el Consejo de Seguridad no sólo no adhiere a la cláusula de Snapback para derogar las sanciones, sino que además se mantiene al margen, es un escándalo. Esto significa que este régimen obtendrá tanques, aviones y armas para continuar su campaña de agresión en la región y el mundo". Y añadió: “Hoy se puede escuchar a los países del Golfo Pérsico hablar con tanta firmeza como yo. Les sugiero a nuestros amigos europeos que cuando árabes e israelíes estén de acuerdo en algo, presten atención".
Netanyahu agregó sobre el acuerdo de normalización con los Emiratos Árabes Unidos: "Es el comienzo de una nueva era a la que se unirán más países. Esto trae cambios a Medio Oriente por primera vez en un cuarto de siglo”, y añadió, por otra parte, que junto a Estados Unidos evalúan la posibilidad de combinar esfuerzos para encontrar una vacuna contra el coronavirus.
Mike Pompeo comenzó este lunes en Israel una gira de cinco días por Medio Oriente, durante la cual intentará convencer a otros países árabes de normalizar sus relaciones con el Estado hebreo, tras el acuerdo con Emiratos Árabes Unidos.
Pompeo pisó suelo israelí con el rostro cubierto con una mascarilla con los colores de la bandera de su país, y poco después comenzó su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La gira tiene lugar diez días después del sorpresivo anuncio del acuerdo de normalización entre Israel y Emiratos Árabes Unidos.
El jefe de la diplomacia estadounidense también se reunirá con su homólogo Gabi Ashkénazi y con el ministro de Defensa, Benny Gantz. Tras el acuerdo entre Emiratos e Israel se multiplicaron las especulaciones sobre si otros países árabes podrían seguir el ejemplo, como Bahréin, Omán o incluso Sudán.
Después de Israel, Pompeo viajará a Jartum para tratar la "transición" en Sudán, que el año pasado puso punto final a tres décadas de gobierno de Omar el Beshir. El secretario de Estado viajará luego a Bahréin y Emiratos, precisó su portavoz.
"Hay numerosos países que ofrecen posibilidades (para la paz). No quiero nombrar a ninguno en particular (...) pero esperamos avances muy, muy rápidos en las próximas semanas o meses", declaró el embajador israelí en Washington, Ron Demer, a la cadena Al Arabiya.
Tras su acuerdo, Israel y Emiratos esperan multiplicar los intercambios comerciales, especialmente del petróleo de este último a cambio de los productos tecnológicos israelíes, y reforzar sus respectivos sectores turísticos con vuelos directos entre Tel Aviv y Dubái y Abu Dhabi.
Netanyahu dijo que desea que estos vuelos pasen por el espacio aéreo saudita, aunque Riad descartó cualquier acuerdo con Israel antes de que se resuelva el conflicto entre palestinos e israelíes.
Cambiar la trayectoria
El plan de Donald Trump para Oriente Próximo, anunciado en enero, prevé la cooperación entre Israel y países árabes hostiles a Irán, el archienemigo de Israel, así como la anexión de zonas de Cisjordania por los israelíes.
Emiratos asegura que el acuerdo con el Estado hebreo supone "acabar con cualquier anexión suplementaria" de zonas de Cisjordania, aunque Netanyahu dijo que la anexión simplemente se había "aplazado".
Tras el anuncio del acuerdo el 13 de agosto, los dirigentes palestinos denunciaron "una puñalada por la espalda". Desde el Fatah laico de Mahmoud Abbas hasta los islamistas de Hamás en el poder en Gaza, tratan de movilizar a las potencias regionales como Turquía y Arabia Saudita, e incluso Irán y Catar, para obstaculizar la normalización.
En el poder en Gaza, territorio palestino de dos millones de habitantes, Hamás llamó este lunes a "romper el silencio" y presionar a Israel para "poner fin" al bloqueo impuesto a este enclave. La "normalización" con Israel contribuye al "mantenimiento de los crímenes y violaciones" contra los palestinos, indicó el movimiento islamista en un comunicado.
La normalización "permitirá cambiar la trayectoria de la región, de un pasado de hostilidades y conflictos a otro de esperanza, de paz y prosperidad", manifestó de su lado Yousef Al Otaiba, embajador de Emiratos en Washington, en una carta publicada el viernes en la portada del periódico israelí Yediot Ahronot, el más leído del país. Sin poner en tela de juicio el acuerdo, advirtió, no obstante, que podrían surgir "dificultades".
¿Venta de cazas F-35?
Un asunto delicado es la posible venta de aviones de combate estadounidenses a Emiratos Árabes Unidos. En el marco de esa discusión, Pompeo expresó: "Continuaremos examinando este proceso para proporcionarles las armas necesarias para proteger a su pueblo de la amenaza iraní. Lo haremos de una manera que cumpla con nuestro compromiso de preservar la ventaja cualitativa de Israel".
Emiratos dispone de unas 60 aeronaves militares Mirage 2000, pero, según The New York Times, la administración Trump "aceleró" su ofensiva para venderle F-35 de nueva generación tras el acercamiento con Israel.
Históricamente, los dirigentes israelíes se opusieron a la venta de estos aviones de guerra a otros países de Medio Oriente, incluso a Jordania y Egipto con los que normalizó sus relaciones, ya que quiere preservar su superioridad militar y tecnológica en la región. Netanyahu sostuvo que el acuerdo con Emiratos no incluía una cláusula sobre los F-35.