El portavoz de las FDI anunció el domingo que el jefe del Ejército, Aviv Kochavi, decidió suspender las salidas desde el martes para los combatientes y los soldados en entrenamiento. La medida tendrá un mes de vigencia, y las excepciones deberán ser aprobadas por un comandante con rango de general únicamente.
A aquellos que cumplen su servicio en bases abiertas se les ordenó trabajar por turnos y sin mantener contacto entre ellos. Todos los que sirven en unidades de combate, en las bases de entrenamiento y en las unidades cerradas, llegarán el martes a las bases preparados para permanecer allí por un período prolongado de algo más de un mes.
Kochavi dijo que "el estado de morbilidad en el sector civil y en las FDI requiere que tomemos una serie de medidas para ajustar y endurecer los procedimientos en todas las unidades del ejército. Mantener las capacidades de las FDI es una tarea fundamental y, como resultado, debemos actuar de inmediato y con toda la fuerza para reducir la morbilidad en el Ejército”.
"Esto es necesario desde dos aspectos: mantener la competencia del Ejército para sus misiones de defensa y la capacidad de continuar con la amplia asistencia que las fuerzas brindan a los civiles. Solo un esfuerzo conjunto del Estado, las FDI y los ciudadanos reducirá la morbilidad", expresó.
Kochavi agregó: "Es nuestro deber como Ejército, desde los primeros soldados hasta los últimos comandantes, servir de ejemplo en estos días y cumplir nuestra misión en este momento, manteniendo la seguridad del país y la cooperación plena en la lucha contra el coronavirus mientras brindamos una amplia asistencia al Estado de Israel".
Hasta el sábado, el número de infectados en las FDI había aumentado a 1.190, cuatro veces mayor al pico de la primera ola, lo que representa un récord desde el comienzo de la pandemia en Israel. Entre el viernes y el sábado se registraron 200 nuevos casos de coronavirus en las FDI.
Una serie de infecciones se produjeron en la escuela de oficiales Haim Laskov por una cadete que regresó a la base sin informar que en su casa se encontraba una persona en cuarentena por haber estado en contacto estrecho con un infectado, lo cual representó un grave incumplimiento de las órdenes.
La cadete luego fue informada por miembros de su familia de que la persona que se encontraba en cuarentena en su casa había dado positivo por coronavirus. Fue en ese momento que ella decidió informar sobre el asunto a sus comandantes, por lo que la joven fue aislada y se le realizó el testeo correspondiente, cuyo resultado fue positivo.
Como resultado, decenas de sus compañeros debieron ser aislados y muchos de ellos contrajeron la enfermedad. Según la investigación, se siguieron los procedimientos para evitar la propagación del virus, pero solo en los días de entrenamiento y ejercicios durante la semana. Sin embargo, en uno de los sábados del último mes, los cadetes permanecieron en la base de entrenamiento e incumplieron las directivas al visitar a sus amigos en la base. El resultado: más de 100 contagios y un curso de oficiales que se complicó por la alta morbilidad.
A raíz del caso, se decidieron una serie de castigos a diversos comandantes y soldados. Una de las medidas punitivas tomadas fue la expulsión de la cadete del curso de oficiales.
