Después de un ataque con cohetes sin precedentes desde Gaza al centro de Israel, que dejó un saldo de una mujer muerta y más de 30 heridos, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió a Hamás y la Yihad Islámica que “pagarán un precio alto”.
“Estamos unidos ante un enemigo feroz. Lloramos a los muertos, oramos por la recuperación de los heridos y respaldamos a las fuerzas del ejército de Israel. Con determinación, unidad y fuerza restauraremos la seguridad de los ciudadanos de Israel”, declaró Netanyahu en una conferencia compartida con los funcionarios más importantes del sistema de defensa israelí.
Benny Gantz, ministro de Defensa, aseguró que el ejército “realizó cientos de ataques en los que dañó instalaciones, túneles y torres utilizadas por los jefes de las organizaciones terroristas” y afirmó que “hay otros cientos de objetivos más en la mira” en la medida que continúen los ataques desde el enclave palestino. “Restauraremos la paz y la seguridad, y lo haremos a largo plazo", prometió el ministro.
Por su parte Aviv Kochavi, jefe de Estado Mayor de las FDI, dijo que el sistema defensivo Cúpula de Hierro operó “con gran éxito pero no herméticamente” ante los disparos de misiles desde Gaza y detalló que “fueron atacados más de 500 objetivos y murieron decenas de terroristas” en las represalias israelíes hacia el enclave palestino.
“Seguiremos atacando y las organizaciones terroristas de Gaza pagarán un precio más alto del que ya pagaron, estamos preparados para extender la campaña todo lo que sea necesario”, agregó Kochavi.
Nadav Argaman, director del servicio de inteligencia Shin Bet, sostuvo que “es intolerable que una organización terrorista amenace a los ciudadanos del Estado de Israel y dispara contra la capital del país”.
