Esta es primera vez que observamos –desde que Hamás tomó el poder de la Franja de Gaza- un enfrentamiento donde el principal objetivo no resultó ser esa organización, sino otra: la Yihad Islámica. ¿De dónde proviene este grupo?
La Yihad es una organización terrorista que se fundó en la década del 80, en la propia Franja de Gaza. Históricamente ha sido sostenida tanto ideológica como económicamente por Irán. Es un movimiento extremista –aún más que Hamas- que recibe órdenes directamente desde Teherán. Al mismo tiempo, tiene un brazo armado en Siria que, por supuesto, también es solventado por el régimen iraní.
¿Por qué cree que, en esta oportunidad, Hamás no intervino en el conflicto?
Cada movimiento tiene sus objetivos y políticas propias. Hoy el control de la Franja de Gaza lo tiene Hamás, que sostiene diferencias con la Yihad Islámica. Incluso, podemos afirmar que en Hamás no hubo lágrimas derramadas por la muerte de Abu El-Ata a manos de Israel. Es una situación muy compleja. El-Ata, a interpretación de Hamás, era demasiado ‘independiente’. No seguía las órdenes de Hamás respecto a la coordinación de ataques hacia Israel, y acabó siendo el responsable directo de los ataques de Gaza hacia Israel de los últimos 12 a 18 meses. En tal sentido, Hamás al observar que la ofensiva israelí se concentró únicamente en las instalaciones de la Yihad, resolvió (en esta oportunidad) no intervenir.
Fue Israel la que, esta vez, decidió abatir al líder de la Yihad en Gaza. Es decir, por primera vez –y aprovechando una situación que seguramente fuera inmejorable- Israel dio el puntapié inicial. Esta es una situación que resulta extraña para Hamás, que en sus últimos enfrentamientos ha estado acostumbrada a iniciar los ataques.
Hamás es una organización que prefiere fijar, bajo su comodidad, cuando entrar a un conflicto con Israel. Y así también optó en esta instancia por no involucrarse en un enfrentamiento que, puede decirse, le era ajeno.
¿Puede afirmarse que Abu El-Ata desestabilizaba el poder de Hamas en Gaza?
Sí, de cierto modo es una afirmación que se puede realizar. Él recibía y ejecutaba órdenes directamente provenientes de Irán, desestimando la opinión o los planes estratégicos de Hamás para la región.
¿Cómo se explica que una organización que es minoría en Gaza -una zona con controles fronterizos- logre poner a más de medio millon de israelies bajo riesgo?
Respecto a los controles en la frontera, esto debe ser considerado como una cuestión relativa. A través de los pasos fronterizos con Israel, la Franja de Gaza es abastecida de materias primas que, lamentablemente, muchas veces son usadas por las organizaciones terroristas para sus propios intereses. Por otro lado, no nos olvidemos de los niveles de contrabando existentes en la zona, ya sea por la frontera con Egipto o por el Mar Mediterráneo.
Hay que tener presente, además, que la Yihad Islámica es una organización que trabaja directamente en contacto con Irán, sus líderes son capacitados en Teherán para la fabricación de armas. Entonces, incluso cuando Irán se ve impedida de proveer armamento de manera directa a la Yihad, lo que hace es capacitar a sus miembros para que ellos mismos puedan fabricar armamento con los materiales existentes dentro de la propia Franja de Gaza.
Irán aparece presente en el sur, con la Yihad Islámica y Hamas, en Siria con brazos armados y en Líbano con Hizbollah. ¿Cuál de todos implica un mayor peligro para Israel?
Irán trabaja e invierte mucho dinero y capacitaciones en sembrar terror, y lo hace no solo en los países fronterizos con Israel, sino que también lo realiza, por ejemplo, en Yemen.
La situación actual en el norte del país, tanto en Siria como Líbano, es para mantenerse alerta. Son instancias que Israel debe monitorear y estar atento a los cambios políticos que se puedan generar. Pero a nivel bélico, la frontera norte del país es donde se concentra la mayor amenaza.
El Estado judío, a través de sus cuerpos de inteligencia, debe estar al pendiente del desarrollo de la situación para saber cómo actuar y de qué modo prevenir que estos grupos logren fabricar o conseguir armamento que pueda poner al país en riesgo.
