El primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin asistieron al acto oficial en conmemoración de los judíos etíopes fallecidos durante la Operación Moisés (1984), e hicieron referencia a los disturbios en la explanada del Monte del Templo durante las celebraciones de Yom Yerushalaim, el “Día de Jerusalem”.
“La lucha no es nueva porque está alojada en el seno de Jerusalem desde hace siglos, desde el surgimiento de las tres religiones monoteístas"
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel
"Esta no es una lucha nueva, es una lucha entre la tolerancia y la intolerancia, entre la violencia y la ley y el orden", expresó Netanyahu. El primer ministro señaló que “la lucha no es nueva porque está alojada en el seno de Jerusalem desde hace siglos, desde el surgimiento de las tres religiones monoteístas".
Netanyahu agregó: “A veces, un lado gobernaba y condenaba al ostracismo a los otros dos, y a veces cambiaban y sucedía lo mismo. Se puede decir en la larga historia de Jerusalem que solo bajo la soberanía israelí desde 1967, estamos presenciando un período largo, estable y seguro en el que trabajamos para garantizar la libertad de culto y la tolerancia para todos".
Es hora de que Jerusalem reciba el respeto de todos los que la adoran, como ciudad de fe y ciudad de oración
Reuven Rivlin, presidente de Israel
El presidente Reuven Rivlin también ofreció un discurso durante la ceremonia y se refirió a los disturbios dando su apoyo al accionar policial. "En el contexto de los difíciles enfrentamientos que tienen lugar en este momento en el Monte del Templo, me gustaría agradecer a la Policía de Israel por sus esfuerzos para mantener la seguridad”, sostuvo el presidente.
"Hoy, más que nunca, el Estado de Israel respeta la libertad de culto y seguirá haciéndolo frente a los disturbios, los actos de sabotaje y el apoyo al terrorismo. Jerusalem es lo más preciado que tenemos. Una ciudad sagrada, una ciudad en cuyo nombre está la paz. Es hora de que Jerusalem reciba el respeto de todos los que la adoran, como ciudad de fe y ciudad de oración. El Estado de Israel continuará preservando a Jerusalem y desarrollandola en un marco de respeto y creencia”, concluyó Rivlin.