El Comité de Coronavirus de la Knesset, dedicado a lidiar con la pandemia en Israel, resolvió el martes que los restaurantes del país pueden permanecer abiertos bajo ciertas restricciones, a pesar de que el gobierno había decidido cerrarlos a los comensales y sólo permitir los servicios de comida para llevar y de entrega a domicilio.
La decisión del comité, que permite mantener abiertos los restaurantes siempre que respeten la capacidad máxima de 20 comensales dentro del local y 30 afuera, se produce después de que la presidenta del comité, la parlamentaria por el Likud, Yifat Shasha-Biton, e Yuli Edelstein, ministro de Salud e integrante del mismo partido, no lograran alcanzar un acuerdo sobre el tema el lunes por la noche. La decisión de mantener abiertos los restaurantes depende la resolución final del gobierno sobre el asunto.
La decisión del martes fue apoyada por siete miembros del comité, en tanto que otros tres se opusieron a la misma. La resolución entraría en vigencia de inmediato, anulando de esta manera el cierre decidido por el gobierno que comenzó a las 5 am del martes.
Esta es la segunda vez que el comité parlamentario se enfrenta con el gobierno por las restricciones destinadas a contrarrestar el virus.
La semana pasada, el primer ministro Benjamin Netanyahu amenazó con destituir a Shasha-Biton como presidenta del comité después de que ella respaldara la reapertura de los gimnasios, anulando una decisión del gobierno.
La disputa actual sobre los restaurantes comenzó el jueves pasado, cuando el gobierno decidió cerrarlos a los comensales, lo que provocó que algunos dueños se rebelaran y anunciaran que no cumplirían con la directiva.
La Asociación de Restauradores manifestó el jueves que el plan del gobierno "no tuvo en cuenta la baja tasa de infección en los restaurantes y ofrece un modelo que no existe en ningún otro lugar del mundo".
La decisión fue revocada por el gobierno el viernes por la tarde, aproximadamente una hora antes de que se impusieran las restricciones.