El servicio de inteligencia israelí, Shin Bet, reveló el martes que agentes de seguridad iraníes reclutaron a un ciudadano israelí de 50 años con el objetivo de realizar tareas de espionaje y organizar ataques contra objetivos en Israel. Entre sus posesiones se encontró un dispositivo de comunicación cifrada que recibió de los agentes. Está acusado de cargos graves relacionados con la seguridad del Estado: contacto con un agente extranjero, traición, suministro de información al enemigo que daña la seguridad del Estado, destrucción de evidencias, lavado de dinero y obstrucción a la justicia.
La investigación de Shin Bet reveló que se lo acusa de proporcionar información sobre seguridad y sitios estratégicos en Israel, colaborar en la detección de ciudadanos árabes israelíes dispuestos a colaborar con Irán, ejercer actividades terroristas contra objetivos en Israel y llevar a cabo ataques terroristas en favor de la "liberación de Palestina".
En referencia al primero de los cargos, durante 2018-2019, el acusado estuvo en contacto con un ciudadano libanés llamado Khalid Yamani a través de Facebook. Como parte de la relación, el acusado se reunió con Yamani en Dinamarca en abril de 2018 y luego en París, en septiembre de 2018. Durante el encuentro en París, Yamani le transmitió al acusado que él estaba en representación de agentes de inteligencia y seguridad de Irán que querían entrar en contacto con él para que colaborara de manera secreta.
Cuando obtuvo su consentimiento, el reclutador dio al acusado un dispositivo móvil cifrado, explicó cómo usarlo y le indicó que se comunicara con los agentes iraníes a través del dispositivo una vez que regresara a Israel. El acusado no tuvo éxito en el uso del dispositivo y se volvió a contactar –a través de Facebook– con Yamani. Ante el temor de que la comunicación hubiese sido intervenida, el acusado arrojó el dispositivo a una alcantarilla y quemó un papel en donde tenía escrita la dirección de correo a la que debía escribir.
"Dio a los iraníes mucha información y los ayudó a dañar a Israel"
En relación con el segundo de los cargos que pesan en su contra, en febrero de 2020, durante un viaje a Budapest el acusado se reunió, en tres oportunidades diferentes, mediante la intervención de Yamani, con otras dos personas que se presentaron como representantes de las fuerzas de seguridad de Irán.
"El acusado proporcionó una gran cantidad de información a los iraníes y les habló sobre varios temas, todos con la intención de ayudar a Irán en sus esfuerzos por dañar al Estado de Israel mediante la recopilación de información de inteligencia, seguridad, política, civil, de la sociedad y mediática", detalló el informe.
En el marco de esas reuniones, el acusado y los representantes iraníes acordaron continuar una relación secreta, a través de un nuevo dispositivo de cifrado. "Se acordó que el acusado brindaría ayuda a los iraníes en varios niveles: nuevos reclutamientos, información sobre territorios israelíes y otros asuntos específicos que se le pidieran”, señala la acusación.
Además, los agentes transfirieron al acusado 5.000 euros para cubrir los gastos del viaje a Budapest y gastos a futuro en relación con los iraníes. Los días 10 y 11 de marzo, el acusado intentó sin éxito transmitir mensajes a los iraníes utilizando el segundo dispositivo encriptado. El 16 de marzo, el acusado intentó, también de forma fallida, decodificar un mensaje recibido en su dispositivo.
Poco después el acusado fue arrestado por la policía israelí. Luego de su arresto intentó romper un dispositivo de almacenamiento externo y un dispositivo móvil que utilizó para mantener la relación cifrada con los iraníes.
El caso fue investigado por el Servicio de Inteligencia y la Unidad Nacional de Delitos Graves e Internacionales de la Policía de Israel.
