En el marco de los disturbios que tuvieron lugar anoche (martes) a manos de grupos de jóvenes árabes israelíes en diversos puntos del país, el jefe del partido islamista Ra'am, Mansour Abbas, pidió calma y advirtió que las protestas violentas podrían dar un giro peligroso.
“Las protestas populares pacíficas se han vuelto conflictivas y ponen en peligro a nuestros jóvenes”, señaló Abbas, quien estuvo las últimas semanas inmerso en negociaciones sobre la formación del próximo gobierno, con un conjunto de demandas para mejorar el sector.
"Les pido a todos que sean responsables y se comporten con inteligencia, que mantengan el orden público y actúen dentro de la ley, que protejan sus vidas y las vidas de los residentes locales. Ustedes son extraordinarios", expresó Abbas.
Los disturbios estallaron en la ciudad central de Lod y en otras ciudades árabes o de conformación mixta árabe-judía en respuesta a los enfrentamientos extendidos entre la policía y los manifestantes palestinos en Jerusalem y en momentos en que grupos terroristas atacaron desde Gaza a comunidades civiles del sur y centro de Israel.
"Les pido que sean responsables y se comporten con inteligencia, que mantengan el orden público y actúen dentro de la ley, que protejan sus vidas y las vidas de los residentes locales. Ustedes son extraordinarios"
Mansour Abbas, líder de Ra'am
El gobierno anunció el martes por la noche el estado de emergencia en Lod, donde un manifestante árabe fue asesinado a tiros y un hombre judío fue arrestado en relación con el hecho. La medida otorga a las fuerzas de seguridad una autoridad mayor para reprimir los disturbios en la ciudad.
Al menos tres personas resultaron heridas durante los incidentes nocturnos que desbordaron a la policía israelí en Lod. En función de eso Yair Revivo, alcalde de la ciudad, pidió al gobierno que ordene la intervención militar en el lugar. “Hay vidas humanas en juego, mucha gente puede morir esta noche”, afirmó el funcionario.
Por otra parte, un hombre de 84 años resultó herido cuando se inició un incendio en un pequeño hotel de propiedad judía en la ciudad norteña de Akko. Otro incendio se registró en un restaurante popular de la ciudad.
Mientras se producían los disturbios, Abbas hizo un llamamiento a sus antiguos aliados de la Lista Árabe Conjunta y a los líderes árabes locales, para pedir que insten a sus seguidores a detener la violencia y adherirse al estado de derecho antes de que se produzcan mayores daños.
"Este es un momento para la reflexión. Debemos condenar a los responsables de la violencia, pero también pensar lógicamente cuál es la mejor manera de rectificar la situación", indicó Abbas.
El parlamentario árabe por el partido Meretz, Issawi Frej, también instó a volver a la calma. "La anarquía en las calles de Lod, Ramle y otras ciudades es una amenaza para nuestra existencia como sociedad. Como líderes públicos, tenemos una misión: poner fin a la violencia. Debemos entender que los judíos y los árabes son vecinos y no adversarios”, expresó.
El líder de la Lista Árabe Conjunta, miembro de la Knesset Ayman Odeh, también pidió a los árabes israelíes detener los disturbios. "Estamos preocupados por el deterioro en las calles", señaló. "Hemos advertido que [el primer ministro Benjamín] Netanyahu es capaz de incendiar toda la zona para preservar su gobierno y ahora vemos el resultado de su comportamiento", denunció.