El primer ministro Benjamín Netanyahu y Moshe Kahlon, ministro de Finanzas, encabezaron este lunes una conferencia especial en la que anunciaron medidas relacionadas a la crisis del coronavirus en Israel.
El gobierno determinó que a partir del martes regirá una situación de emergencia en el sector público, lo que implica principalmente el adelantamiento de vacaciones para numerosos trabajadores estatales.
En cuanto al ámbito privado de la economía israelí, Netanyahu planteó el objetivo de reducir en un 70% el número de trabajadores en oficinas. “Puede implementarse a través de turnos rotativos o con jornadas laborales desde la casa”, explicó el mandatario, quien aclaró que para industrias específicas las pautas se establecerán conjuntamente con los ministerios de Salud y Finanzas, y que “las empresas con menos de 10 empleados quedan excluidas” de esta imposición.
Ante la posibilidad de una cuarentena generalizada en todo el país, una situación que ya se experimentó en algunos países y se evaluó en Israel, Netanyahu respondió que “no encerraremos a las personas en sus casas y esperemos no llegar a ese punto”, aunque admitió que podrían declarar ese estado en regiones específicas en las que detecten fuertes brotes de contagio.
Además, el primer ministro tranquilizó a la población al asegurar que “no hay problema de abastecimiento de comida, por lo que no hay motivos para apresurarse a vaciar estanterías” y enfatizó en que los servicios esenciales continuarán funcionando con normalidad. Eso incluye a las áreas de salud, farmacias, seguridad, asistencia social, cajeros automáticos y transporte público.
Luego de la exposición de Netanyahu, el ministro Moshe Kahlon anunció un subsidio que se suma a una serie de erogaciones ya anunciadas por el tesoro israelí. En este caso será de 6.000 shekels (casi 1.600 dólares) para pequeños y medianos empresarios, y una inyección de 5.000 millones de shekels (1.332 mil millones de dólares) a la economía para “impulsar motores de crecimiento que sirva para ayudar a pequeñas y medianas empresas”.
El límite de 10 personas para eventos públicos, la prohibición de actividades recreativas y culturales, la suspensión de clases en todos los niveles educativos y la imposibilidad de abonar el transporte público en efectivo y solo a través de una tarjeta magnética son algunas de las disposiciones anunciadas en los últimos días que mantendrán su vigencia hasta nuevo aviso.