La policía israelí detuvo el domingo temprano a 12 manifestantes en una nueva manifestación antigubernamental en Jerusalem. En las últimas semanas, las protestas contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, parecían haber cobrado impulso.
Unos 10.000 manifestantes se reunieron en los alrededores de la residencia oficial del primer ministro el sábado por la noche y atestaron las calles del centro de Jerusalem.
Además, se llevaron a cabo concentraciones menos masivas en Tel Aviv, en la casa de playa de Netanyahu en el centro de Israel y en decenas de cruces en todo el país. Se trató de una de las manifestaciones antigubernamentales más importantes de las últimas semanas.
Ofer Shomer, comandante del departamento de Zion de la Policía de Israel, en el área de Jerusalem, expresó que la mayoría de las 10.000 personas que asistieron a la protesta actuó de una "manera ordenada y respetuosa".
Sin embargo, Shomer señaló que "un pequeño número de manifestantes, un puñado de hasta 200 personas, permanecieron en el lugar y se negaron a abandonar el área". Y agregó: "Les permitimos permanecer allí hasta las 2 de la madrugada, les advertimos, pero al final tuvimos que usar la fuerza adecuada para dispersar a la multitud".
A lo largo del verano, miles de israelíes han salido a las calles para exigir la renuncia de Netanyahu, para protestar contra lo que consideran un mal manejo de la crisis ocasionada por el coronavirus y para pedir que el primer ministro no permanezca en el cargo mientras se lleve a cabo su juicio por corrupción.
Aunque Netanyahu ha tratado de minimizar las protestas, las concentraciones, que se llevan a cabo dos veces por semana, no muestran señales de desaceleración.
A última hora del sábado, miles marcharon por las calles en una ruidosa pero ordenada concentración. Los manifestantes llevaban banderas israelíes y carteles pidiendo la renuncia del primer ministro y acusaban a Netanyahu de estar desconectado del pueblo.
Netanyahu ha calificado a los manifestantes como "izquierdistas" y "anarquistas". El sábado por la noche, su partido Likud emitió una declaración acusando a las dos estaciones de televisión privadas de Israel de otorgar una "publicidad gratuita e infinita" a los manifestantes y exagerar la importancia de las protestas.
Si bien las manifestaciones han sido en gran medida pacíficas, no estuvieron exentas de violencia en los últimos días. Algunos manifestantes se han enfrentado con la policía, a la que acusaron de usar fuerza desproporcionada en las protestas. Además, pequeños grupos de partidarios de Netanyahu, miembros de una agrupación de extrema derecha, han agredido a los que participaban de las protestas. Además, el primer ministro ha acusado a los manifestantes de incitar a la violencia contra él.
La policía israelí arrestó a unos 20 activistas de extrema derecha en los últimos días y la policía indicó que estaban en alerta máxima por la violencia en las manifestaciones. El sábado se reportaron varias detenciones de partidarios de Netanyahu, incluido un hombre que salió de su automóvil en la ciudad norteña de Haifa y arrojó una piedra hacia una multitud de manifestantes. La policía informó que una mujer de 63 años resultó levemente herida por la agresión.
Las manifestaciones son organizadas por un movimiento llamado "Banderas Negras", que está conformado por varios grupos de activistas. Muchos de ellos suelen llevar banderas negras a las protestas en honor al nombre del movimiento.