Después de una desconexión completa de un año y cuatro meses entre las cancillerías, Israel y Polonia comenzaron a atravesar este miércoles un camino para retomar las relaciones diplomáticas entre los países.
El intento es encabezado por Gabi Ashkenazi, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Israel, quien este miércoles conversó con su homólogo polaco Jacek Czaputowicz. Es el primer contacto entre los ministerios desde una declaración de Israel Katz, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno anterior, quien afirmó en febrero de 2019 que “los polacos maman antisemitismo desde la leche materna”.
Más allá de este desencadenante que cortó el diálogo, las tensiones diplomáticas entre Israel y Polonia datan de hace más de dos años, cuando el país europeo sancionó una Ley del Holocausto que castigaba a quien se refiriera al Estado polaco como cómplice o partícipe de la Shoá. Así, por ejemplo, se aprobó castigar con tres años de cárcel a quien utilizara públicamente la expresión “campos de concentración polacos”.
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Gabi Ashkenazi, ministro de Relaciones Exteriores de Israel, conversó con su par polaco Jacek Czaputowicz.
(Ynet)
La ley desató las críticas de Israel y otros países que acusaron a Polonia de atentar contra la libertad de expresión. Y durante una visita a Varsovia en febrero de 2019 una declaración del primer ministro Benjamín Netanyahu profundizó las brechas diplomáticas, al afirmar que “los polacos cooperaron con los nazis”.
Esto motivó que el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki desistiera de viajar a Israel una semana después para una reunión del grupo Visegrado que incluye a Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia. La baja de Morawiecki provocó la suspensión del evento en Jerusalem.
En septiembre de 2019 el presidente polaco Andrzej Duda, en una reunión con representantes de organizaciones judías de Nueva York, aseguró que las declaraciones de Katz fueron humillantes para Polonia y que habían provocado un aumento de los incidentes antisemitas en su país. Además, en enero de este año el propio Duda desistió viajar a Israel para participar del Foro Mundial del Holocausto que se desarrolló en el museo Yad Vashem. Su decisión fue argumentada en la imposibilidad de hablar en la ceremonia, en el contexto de roces entre Polonia y Rusia por dichos del presidente Vladimir Putin, uno de los principales oradores en el evento que contó con numerosos líderes mundiales.
Las rispideces, que también se expresaron a través del quite de apoyo de Polonia hacia Israel en la Unión Europea y otras organizaciones, buscan encarrilarse a partir de la designación de Ashkenazi. El nuevo ministro de Relaciones Exteriores es miembro de Kajol Labán, un partido político diferente al de Netanyahu y Katz (Likud), con quienes se inició esta confrontación.
Si bien durante la conversación del miércoles ninguna de las partes emitió ningún tipo de disculpa oficial, tampoco se hizo referencia a los conflictos del pasado reciente. Ashkenazi destacó que observa un gran potencial para una cooperación mutua en los campos de la economía, la cultura, la ciencia y la lucha contra el coronavirus; y destacó el importante rol de Polonia como parte del Foro de Varsovia, especialmente en los intentos de frenar el programa nuclear iraní.
A su vez Czaputowicz, quien invitó al ministro israelí a que visite Varsovia en cuanto la situación sanitaria lo permita, destacó las posibilidades de trabajar en conjunto con Israel en áreas como la ciencia, la tecnología y la seguridad. Medios polacos también aseguraron que Ashkenazi agradeció a Polonia por el regreso de soldados polacos a las Fuerzas de Paz de la ONU que custodian el sur del Líbano.
