En un nuevo endurecimiento de las pautas del Ministerio de Salud para evitar la propagación del coronavirus en Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció que a partir del viernes todas las disposiciones anunciadas hasta el momento pasarán a ser de cumplimiento obligatorio.
“Ya no es un pedido, no es una recomendación, es una directiva obligatoria impuesta por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley”, advirtió el mandatario sobre las disposiciones existentes, resumidas por Netanyahu en una frase: “Quédense en sus casas”.
Entre otras, las medidas incluyen restricciones de acercamiento entre personas, prohíbe aglomeraciones de más de 10 ciudadanos, dispone pautas de trabajo a distancia, vacaciones adelantadas para empleados estatales y aislamiento de 14 días para posibles infectados.
“Todo esto disminuyó el ritmo de contagio en Israel, pero no es suficiente, el virus continúa propagándose”, resaltó Netanyahu. “Por suerte hasta ahora en el país no sufrimos muertos por coronavirus, pero es poco probable que esto se mantenga”, alertó.
"Multiplicar el número de pacientes en pocos días puede provocar muchas víctimas”, enfatizó y argumentó que “si alguien piensa que estoy exagerando que mire las fotos que llegan desde España o Italia”.
Por último, en el contexto de la crisis política israelí anterior a la pandemia, Netanyahu reiteró su llamado a un gobierno de unidad y le pidió al partido Kajol Labán que se sume al mismo. “Juntos salvaremos a la gente y al Estado”, auguró.