Las tensiones en la frontera norte de Israel entraron hoy en su quinto día y el final no parece estar a la vista. Un día después del incidente de seguridad en el Monte Dov, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continúan incrementando su presencia en la frontera con el Líbano, si bien se mantienen ocultas a los escuadrones de Hezbollah que se estima aún están desplegados en el área.
Un recorrido de Ynet por el norte, permitió ver el modo sin precedentes en que el ejército de Israel está actuando frente a la amenaza proveniente de Líbano. Dos vehículos libaneses se acercaron hasta una distancia de dos metros de la valla perimetral fronteriza. Nadie los detuvo ya que no está en la rutina de los Cuerpo de Blindados a cargo del área patrullar la valla.
A pesar de que los vehículos libaneses se acercaban, nada alteró la normalidad de los hogares israelíes en la zona, ni de una empacadora agrícola a 100 metros del lugar. La zona es controlada por el ejército a distancia, tanto por observación como por la posibilidad de abrir fuego. Si bien los libaneses se fueron en cuestión de minutos, incluso si hubieran estado armados, o hubiesen sido identificados como miembros de Hezbollah, las FDI hubiesen disparado solo si estos abrían fuego o cruzaban el vallado.
Pocos minutos después un jeep y un vehículo blindado de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) pasó por la carretera libanesa lindera con la frontera, y un helicóptero civil, con inspectores de la ONU o representantes del ejército libanés, sobrevoló el espacio aéreo entre los dos países.
En ese momento, combatientes del Cuerpo de Blindados dejaron sus posiciones para tomar respiro del calor agobiante. Los vehículos Hummer blindados del ejército israelí estacionaron junto al campamento desplegado temporalmente en su “nuevo puesto de avanzada”: una cancha de fútbol en el corazón de un poblado del norte de Israel.
El objetivo militar en el lado israelí es localizar y contener rápidamente cualquier debilidad propia, si llegara a suceder, y evitar que vehículos militares se acerquen de forma peligrosa a la frontera norte. Hezbollah tiene, según se puede ver, posiciones militares cada unos pocos cientos de metros a lo largo de la frontera con Israel, además de miembros de la agrupación disfrazados de civiles en todas las aldeas chiitas de la zona. El énfasis principal de las FDI es mantener a los combatientes alertas y en alta tensión operativa. La tarea es ardua en una zona que se extiende por 150 kilómetros, desde el mar hasta las laderas del monte Hermón.
Mientras tanto, las FDI pudieron respirar aliviadas tras el desenlace del incidente de ayer (lunes) en el Monte Dov, una región desprovista de asentamientos israelíes. Sin embargo, el ejército no se apresura en cantar victoria al frustrado intento de ataque. Hezbollah declaró poco después del incidente “nuestra respuesta aún no llegó”.
Las Fuerzas de Defensa explicaron que haber repelido el ataque sin eliminar terroristas es tan solo una parte de un panorama mayor que no se reduce solo a la frontera norte de Israel. Las operaciones encubiertas para evitar el despliegue de Hezbollah y el establecimiento de Irán en Siria todavía están a la orden del día. Una escalada de violencia en el norte o el asesinato de agentes menores de la organización terrorista podría afectar las posibilidades de éxito de una operación de mayor importancia.
Mientras tanto, la observadora del ejército que divisó en la jornada de ayer el momento en que el escuadrón de Hezbollah se acercó a la frontera, publicó un mensaje en sus redes sociales: “¿Quién hubiera dicho que yo iba a detener un evento como este? El sentimiento de orgullo y satisfacción es enorme. Aunque ustedes no lo sepan, yo los cuido a la distancia”, escribió.