Aproximadamente el 50% de los casos diagnosticados de COVID-19 en Israel, desde febrero, fueron registrado solamente durante el mes de septiembre, de acuerdo con información difundida por el Ministerio de Salud.
Hasta el 31 de agosto, 116.882 israelíes habían sido diagnosticados con coronavirus; pero desde el 1 de septiembre se observa que los casos acumulados con 118.583, lo que significa que algo más de la mitad del total –235.465– fueron diagnosticados durante el mes que termina.
El martes 29, por la noche, el Ministerio de Salud difundió los datos que indican que en Israel se produjeron 2009 nuevos casos, 778 pacientes están en condición crítica, en tanto 203 son los que necesitan estar conectados a respiradores artificiales.
Además, 13 personas más sucumbieron a enfermedades causadas por el patógeno, lo que eleva el total de víctimas fatales a 1.523.
Tanto el primer ministro, Benjamín Netanyahu, como el ministro de Salud, Yuli Edelstein, han señalado que el actual cierre general por coronavirus es probable que deba extenderse más allá del 10 de octubre, como está estipulado hasta el momento.
“El bloqueo no se levantará, de manera inequívoca. No hay un escenario en el que levantemos todas las restricciones en 10 días y digamos, 'todo ha terminado, todo está bien ”, dijo Edelstein.
El primer ministro dijo mas o menos lo mismo durante un evento en Facebook Live: “No sería menos de un mes, y podría ser más”, señaló Netanyahu.
Además, Edelstein se refirió a las implicaciones de las oraciones que se realizaban en las sinagogas la víspera de Rosh Hashaná.
“Quiero decir, inequívocamente, que durante las oraciones de Rosh Hashaná que se realizaron contra las normas aprobadas por el Ministerio de Salud, que veremos una nueva ola de infecciones en esos patios y sinagogas, donde cientos e incluso miles” pudieron haber resultado infectados, agregó Edelstein.