Si bien la gran mayoría de los 190 misiles que fueron lanzados a Israel durante el día de hoy, lograron ser interceptados por la 'Cúpula de Hierro', uno de ellos impactó en el depósito de una fábrica de colchones, un material muy inflamable, donde se produjo un incendio que los bomberos recién lograron controlar en las primeras horas de la noche. El CEO de la fábrica, Avi Bresst, indicó que "afortunadamente, el depósito está lejos de la fábrica, la mayor suerte es que no hubo víctimas".
En el lugar dañado se almacenan colchones, que se estima tienen un valor de decenas de millones de shekels. Once equipos de bomberos trabajaron para controlar el fuego, cuya dificultad radicó en el temor al colapso del edificio. Además, algunos vehículos que se encontraban cerca del lugar fueron quemados por completo.
Luego de varias horas de trabajo, los bomberos lograron controlar el fuego y así evitaron la propagación del incendio a los edificios cercanos.
El jefe de bomberos, Mulick Friedman, señaló que se trató de "un evento realmente complejo".
Bresst, CEO de la fábrica, indicó que se encuentra "muy afectado": "Estoy totalmente desgarrado por ver el trabajo de mi vida en llamas".
Asimismo, destacó que había invertido más de un millón de shekels en la protección de la planta, y agregó: "No podemos sentarnos aquí a esperar a que algún terrorista decida disparar un proyectil, en mi opinión estamos ante un gran punto de inflexión, lo que significa que ya no podemos aguantar más".
"¿Cómo puedo recuperar ahora las decenas de millones de shekels en daños?", se preguntó Bresst, "aquí hay mercancías que la gente ha comprado y está esperando recibir, ¿Cómo se supone que me recupere de esto mañana por la mañana?, remarcó.
