El presidente Reuven Rivlin concluyó el miércoles por la tarde las consultas sobre a quién asignar la tarea para formar un nuevo gobierno, con el el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, emergiendo como el posible candidato para hacerlo.
El plazo del primer ministro Benjamín Netanyahu para establecer una coalición expiró a medianoche, por lo que aún no se ha podido destrabar el estancamiento político de más de dos años en Israel.
Lapid obtuvo 51 recomendaciones para recibir el mandato, incluso la del partido Tikva Hadasha, de Gideon Saar, exmiembro del Likud de Netanyahu. Bennett recibió siete apoyos. El bloque de derecha, encabezado por el primer ministro, pidió que el mandato sea transferido a la Knesset para que cualquier parlamentario que logre reunir 61 años escaños pueda de formar gobierno.
La ronda de consultas tuvo un comienzo difícil, ya que el parlamentario de Yamina, Amichai Chikli, afirmó que se opondría a unirse a un “gobierno de izquierda”, en referencia al posible establecimiento de una coalición con Lapid. En respuesta, Yamina manifestó que "respeta" la postura de Chikli pero que la facción está "decidida" a formar un gobierno.
"Yamina está comprometida a hacer todo lo que esté a su alcance para formar un gobierno estable y funcional a fin de evitar caer en el caos de una quinta elección, y lo hará", expresó la facción derechista en un comunicado.
Las consultas del presidente Rivlin comenzaron esta mañana y finalizaron a las 2 de la tarde (hora israelí).
El bloque de derecha había anunciado antes de la ronda de recomendaciones que no apoyaría a Bennett debido a su negativa a comprometerse a no formar un gobierno con el bloque anti-Netanyahu en caso de se le entregara el mandato.
"Debido a la negativa de Bennett a comprometerse con un gobierno de derecha, que sin duda hubiera llevado a la formación de una coalición, el primer ministro devolvió el mandato al presidente", señaló el Likud en un comunicado.