La Fuerza Aérea de Israel (IAF) completó el martes un ejercicio de tres días a lo largo de la frontera norte del país. Se trata de una operación preventiva por las amenazas de Hezbollah acerca de una presunta ofensiva desde Líbano.
El ejercicio sorpresa, denominado "Galilee Rose", simuló un conflicto con Siria y Líbano, donde tiene su sede el grupo militante chiíta respaldado por Irán. El operativo demostró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) son capaces de atacar unos 3.000 objetivos en 24 horas. Decenas de aviones de combate, de carga y drones participaron en el ejercicio, operados por tropas reclutadas y de reserva, lo que representa el 85% del personal de la IAF.
El simulacro tuvo lugar dos semanas después de que una unidad antiaérea de Hezbollah intentara derribar un dron israelí. La inteligencia del ejército ha señalado un aumento en las intenciones del grupo terrorista de lanzar una serie de ataques a pequeña escala a lo largo de la frontera.
"Durante un mes de combates en el sur del Líbano en 2006, atacamos unos 3.500 objetivos, la misma cantidad que hemos simulado en un solo día", dijo un alto oficial de la IAF. "Nuestros planes de ataque son amplios y están actualizados", agregó.
"Durante este ejercicio, también examinamos la posibilidad de que Hezbollah ataque a través de Siria, utilizando sus misiles de crucero. Simulamos ataques a sus centros de mando, incluida la infraestructura destinada a facilitar la transferencia de armas iraníes", añadió.