De izquierda a derecha, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Reuters, AFP, EPA
El canciller Gabi Ashkenazi muestra el acuerdo entre Israel y Kosovo firmado en una ceremonia virtual conjunta en Jerusalem y Pristina.

Israel amplía su alcance diplomático en los Balcanes

Con el reconocimiento de Kosovo, Jerusalem ya mantiene lazos amistosos con todos los países de la región: consenso en relación a Irán, oportunidades económicas y más.

The Media Line - Adaptado por Juan Martín Fernández |
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Si la política exterior fuera un negocio con fines de lucro, los lazos entre Israel y los países de la península balcánica serían una industria en crecimiento. A principios de esta semana, Israel anunció su reconocimiento de Kosovo, al sureste de Europa, y dio un importante paso.
Sucede que Jerusalem no solo está estrechando las relaciones con los Estados de la región, en particular con Albania y los países que formaban Yugoslavia, sino que está aprovechando la predisposición de estas naciones para potenciar sus habilidades diplomáticas y convertirse, de este modo, en un agente de paz mundial.
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El canciller Gabi Ashkenazi muestra el acuerdo entre Israel y Kosovo firmado en una ceremonia virtual conjunta en Jerusalem y Pristina.
El canciller Gabi Ashkenazi muestra el acuerdo entre Israel y Kosovo firmado en una ceremonia virtual conjunta en Jerusalem y Pristina.
El canciller Gabi Ashkenazi muestra el acuerdo entre Israel y Kosovo firmado en una ceremonia virtual conjunta en Jerusalem y Pristina.
(Ministerio de Relaciones Exteriores)
En septiembre pasado, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso el reconocimiento de Israel como condición para los acuerdos de normalización económica entre Serbia y Kosovo. Entonces, este último tomó la decisión de acercarse al Estado judío y abrir una representación diplomática en Jerusalem.
"Israel ayudó a que ese tratado se concretara", dice el Dr. Yonatan Freeman, experto en relaciones internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Y agrega: "Esto muestra el creciente poder diplomático que está adquiriendo nuestro país".
Con el reconocimiento de Kosovo, Jerusalem ya tiene lazos diplomáticos con todos los países balcánicos y, en general, está en buenos términos con las potencias de la región. “Nuestro aliado más cercano es sin duda Serbia, pero también hay conversaciones amistosas tanto con Macedonia como con Albania y Montenegro”, afirma el embajador Dan Orian, jefe del departamento de los Balcanes en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel y embajador no residente en Macedonia del Norte.
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La ministra de Relaciones Exteriores de Kosovo, Meliza Haradinaj-Stublla, durante la ceremonia de normalización de las relaciones entre su país e Israel.
La ministra de Relaciones Exteriores de Kosovo, Meliza Haradinaj-Stublla, durante la ceremonia de normalización de las relaciones entre su país e Israel.
La ministra de Relaciones Exteriores de Kosovo, Meliza Haradinaj-Stublla, durante la ceremonia de normalización de las relaciones entre su país e Israel.
"El reconocimiento israelí es un paso muy importante para Kosovo", dice el Dr. Faruk Ajeti, investigador del Instituto Austríaco de Asuntos Internacionales que se centra en los Balcanes. "Durante dos años, ningún país nuevo había reconocido a Kosovo, y la medida de Israel podría impulsar el reconocimiento de nuevas naciones", añade.
Kosovo es un país -casi en su totalidad- musulmán y compuesto principalmente por personas de etnia albanesa. El conflicto con Serbia nace a raíz de unos territorios de importancia religiosa para Belgrado que quedaron bajo jurisdicción kosovar. Más de 10.000 personas murieron en la Guerra de Kosovo de 1998-1999, en la que la OTAN intervino para sacar a las fuerzas serbias del lugar.
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Donald Trump durante el anuncio del acuerdo para la normalización de las relaciones entre Israel y Kosovo, en septiembre de 2020.
Donald Trump durante el anuncio del acuerdo para la normalización de las relaciones entre Israel y Kosovo, en septiembre de 2020.
Donald Trump durante el anuncio del acuerdo para la normalización de las relaciones entre Israel y Kosovo, en septiembre de 2020.
(Reuters)
"Tenemos que ganar, por un lado, un nuevo mercado para campos como la agricultura, la energía y la infraestructura, así como un nuevo aliado en la lucha contra el extremismo islámico", dice Freeman. Y agrega que tanto Kosovo como Serbia se han puesto de acuerdo para colocar a Hezbollah en sus listas de terroristas.
“Las áreas más estables en términos de economía y política tienen menos probabilidades de ser utilizadas por quienes amenazan la seguridad de Israel”, cree el experto en relaciones internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
"Queremos asegurarnos de que Irán no use esa inestabilidad para su propio beneficio. Aumentar la seguridad de aquellos en el área de los Balcanes también aumenta nuestra seguridad ", añade.
Orian se hace eco de este sentimiento al hablar de los acuerdos alcanzados el pasado mes de septiembre por las antiguas partes en conflicto: “Al final del día, cualquier buen paso económico que se esté dando en los Balcanes es bueno para nosotros”.
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Avdullah Hoti, primer ministro de Kosovo, junto a Mike Pompeo, antiguo secretario de Estado de Estados Unidos.
Avdullah Hoti, primer ministro de Kosovo, junto a Mike Pompeo, antiguo secretario de Estado de Estados Unidos.
Avdullah Hoti, primer ministro de Kosovo, junto a Mike Pompeo, antiguo secretario de Estado de Estados Unidos.
(AFP)
Sin embargo, Jan Pieklo, un antiguo embajador de Polonia en Ucrania que trabaja como experto para el Parlamento Europeo en los países balcánicos, sostiene que la importancia de la relación entre Jerusalem y los Balcanes en general es superada por otros asuntos. “Kosovo y los demás países de la región no son la máxima prioridad del gobierno israelí y viceversa. Tienen preocupaciones más urgentes cerca de casa", exclama.
Orian lamenta que reconocer a Kosovo podría dañar la relación de Israel con Belgrado a corto plazo: “Sin duda, Serbia está lejos de estar feliz con el último acercamiento. Kosovo es, como dicen, su Jerusalem. Sin embargo, tienen muchos amigos que reconocieron a Kosovo, como Francia, Alemania y muchos otros”.
“Esperamos que cumplan los compromisos que asumieron en Washington. Sabían que es parte del trato”, agrega Orian, refiriéndose, entre otras cosas, al prometido traslado de la embajada de Serbia a Jerusalem.
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