Naftalí Bennett, presidente del partido Yamina, descartó puertas adentro la posibilidad de una coalición de gobierno junto al bloque opositor al primer ministro Netanyahu.
La noticia patea el tablero político israelí, después de días de esfuerzos liderados por Yair Lapid (Yesh Atid) para unir fuerzas entre sectores de derecha, centro e izquierda; que buscan formar un gobierno que reemplace al actual mandatario y evite una quinta ronda electoral en dos años.
La semana pasada Lapid recibió el mandato presidencial para formar una coalición de al menos 61 parlamentarios, luego de los esfuerzos que no prosperaron de parte de Netanyahu de diseñar un gobierno con sectores de derecha. El 2 de junio vence el plazo de Lapid para presentar un plan de gobierno y hasta la fecha la propuesta más firme era una rotación entre Lapid y Bennett en el cargo de primer ministro.
Fuentes involucradas en la decisión explicaron que “cualquier gobierno de este tipo necesita del apoyo de Smotrich y Abbas”, líderes del partido de extrema derecha Sionismo Religioso y el partido árabe Raam, un acercamiento que en Yamina consideran inviable en función de los fuertes enfrentamientos que se registraron en las últimas horas entre sectores árabes y judíos nacionalistas.
“Estábamos a punto de cerrar un gobierno”, se lamentó Issawi Frej, parlamentario del partido de izquierda Meretz sobre este giro en las conversaciones políticas. La intención de Bennett sería formar un gobierno de unidad nacional ámplio, aunque se estima que ni Gideon Saar (Tikva Hadashá) ni Lapid estarían dispuestos a integrar esa coalición debido a su acérrima oposición a Netanyahu.
A su vez, en las últimas horas se produjo un encuentro entre los equipos negociadores de Yamina y el Likud, el partido de Netanyahu. Según se desprendió de esa conversación, surgió la posibilidad de que Bennett y Shaked sean designados inmediatamente como ministros de Exterior y Defensa en reemplazo de Gantz y Ashkenazi, dos ministros del partido centrista Kajol Labán. Además, allegados a este diálogo indican que se avanzó en un posible apoyo de Yamina al Likud en caso de una próxima ronda electoral.
“Bennett se equivoca. El cambio no se hace cuando queda cómodo, sino cuando más se necesita. No tenga ninguna intención de renunciar al gobierno de unidad”, respondió Lapid minutos después de la información que surgió desde dentro de Yamina.