El tiempo se agota y las diferencias con Benjamín Netanyahu se presumen irreconciliables. Pero, a cinco días del vencimiento de su mandato, Benny Gantz anunció que realizará su último esfuerzo para tratar de formar un gobierno y evitar una nueva convocatoria a elecciones en Israel.
En esa búsqueda el líder de Kajol Labán informó que le solicitó una reunión al presidente Reuven Rivlin, quien en las últimas horas se reunió con referentes de varios partidos. El objetivo de ese encuentro será "conversar sobre los desafíos de la búsqueda de un gobierno y solicitar su consejo", según declaró el propio Gantz.
"Estoy decidido a establecer un gobierno de unidad amplio y liberal como quiere la sociedad. Al mismo tiempo, no estoy descuidando ninguna otra opción", aseguró en función de las dificultades con las que se desarrollaron hasta el momento las negociaciones con el Likud.
En medio de esa tensión, Gantz profundizó sus criticas a Netanyahu: "La historia no te perdonará si por sus causas judiciales pondrás a Israel en una confusión mayor. En tu interior sabes que un primer ministro que va a tribunales a la mañana no puede dirigir el gabinete a la noche", afirmó en relación a las causas judiciales que afronta el actual primer ministro.
Además, el candidato de Kajol Labán se dirigió al bloque de partidos de derecha que acompaña al Likud en las negociaciones de coalición. "Ustedes son personas responsables. ¿Están realmente dispuestos a permitir que Netanyahu arrastre a Israel a una nueva campaña electoral? ¿Es eso lo que quieren sus votantes? ¿El país puede enfrentar desafíos de seguridad sin manos experimentadas y firmes al volante?", les preguntó y pidió la disolución del bloque para establecer negociaciones directas con cada partido.
Si el próximo miércoles Gantz devuelve su mandato a Rivlin, situación que se presume probable, se abrirá un plazo de 21 días hasta el 11 de diciembre que permitirá a 61 integrantes de la Knesset sugerir por escrito la postulación de un nuevo posible primer ministro, quien dispondría de dos semanas para presentar su plan de gobierno. Esa sería la última instancia previa a una nueva convocatoria a elecciones en 2020, que sería la tercera en menos de un año para la sociedad israelí.