La única central eléctrica de Gaza está en riesgo de cierre inminente debido a la falta de combustible, advirtió su gerente el jueves, cuando el cierre del territorio, por parte de Israel, alcanzó su tercer día consecutivo.
Israel cerró los cruces de bienes y personas a lo largo de su frontera con Gaza debido a los temores de represalias tras el arresto de dos altos miembros de la Jihad Islámica Palestina en Cisjordania.
El ejército también ha impuesto restricciones de movimiento a las comunidades israelíes adyacentes a la Franja de Gaza.
Las medidas han detenido las entregas de diesel a través de Israel, que se necesita para alimentar la única planta de energía de Gaza.
"Si el diesel industrial necesario para que la planta genere electricidad no entra hoy o mañana, la planta dejará de generar electricidad porque no hay suficiente (combustible) para operarla", señaló Rafiq Maliha, gerente general de la estación.
Los 2,3 millones de residentes de Gaza experimentan una escasez regular de energía y la semana pasada recibieron sólo un promedio de 10 horas de electricidad por día, según datos de la agencia humanitaria de la ONU, OCHA.
El diesel para la planta de energía generalmente se transporta en camiones desde Egipto o Israel, que ha mantenido un bloqueo del enclave desde que el grupo militante Hamás tomó el control de Gaza en 2007.
Además de cerrar la línea de suministro clave con Israel, las medidas de esta semana también han impedido que los habitantes de Gaza abandonen el territorio.
La Organización Mundial de la Salud explicó que el cierre estaba afectando a 50 pacientes por día que debían abandonar Gaza para recibir tratamiento.
Miles de habitantes de Gaza con permisos para trabajar en Israel tampoco han podido cruzar el puesto de control.
La unidad del Ministerio de Defensa israelí responsable de los asuntos civiles palestinos, COGAT, no respondió de inmediato a una solicitud para comentar sobre el impacto del cierre de Gaza.
El bloqueo ha frustrado y confundido a los residentes israelíes que viven cerca de Gaza, según Gadi Yarkoni, quien encabeza el consejo regional local de Eshkol. Aunque entiende las consideraciones de seguridad, Yarkoni comentó a la emisora pública Kan que los residentes "desafortunadamente sufren".
El primer ministro israelí, Yair Lapid, celebró consultas con funcionarios de seguridad y altos miembros de las FDI sobre las medidas de seguridad, que se impusieron tras una redada de las fuerzas de seguridad en el distrito de Jenin, en el norte de Cisjordania.
Las fuerzas israelíes detuvieron a Bassem al-Saadi y a un miembro de alto rango de la Jihad Islámica, que tiene una fuerte presencia en Gaza. Un palestino de 17 años fue asesinado a tiros por las fuerzas israelíes durante la redada.
Lapid expresó que la principal preocupación de Israel era la seguridad de sus residentes a lo largo de la frontera, pero que no dudaría en tomar medidas contra la Jihad Islámica.