Las aerolíneas israelíes se enfrentan a nuevas oleadas de despidos masivos y a un posible colapso a medida que el mercado mundial de la aviación continúa afectado por la pandemia de COVID-19. Debido a las restricciones para contener los contagios y la aparición de la variante Delta, que este verano frustró viajes en Europa y Medio Oriente, millones de trabajadores de compañías aéreas en todo el mundo corren peligro inmediato de perder sus trabajos.
Según el profesor Yaniv Poria, experto en turismo del Departamento de Gestión de Hoteles y Turismo de la Universidad Ben-Gurion, la industria en cuestión ha cambiado para siempre como resultado del coronavirus. "Este podría ser el fin de los viajes tal como los conocíamos", comenzó diciendo. Y añadió: "Olvídese del turismo del siglo XX; durante mucho tiempo fue muy fácil moverse de un lugar a otro, como ahora también los es para el coronavirus".
Poria estima que las aerolíneas a nivel mundial se verán obligadas a reducir significativamente su tamaño y deberán despedir entre el 50% y el 70% de sus empleados en los próximos meses. Luego tendrán que trabajar con empleados temporales, para explotar los períodos entre olas pandémicas y durante los tradicionales meses de verano con mayor turismo.
“En general, la industria se contraerá sustancialmente y las empresas harán todo lo posible para minimizar el número de empleados. Muchas de las personas que trabajan en esta industria, lamentablemente, tendrán que encontrar un nuevo trabajo", continuó.
Y lo cierto es que las predicciones de Poria podrían materializarse más rápido de lo esperado. La aerolínea italiana Alitalia anunció el miércoles que cerraría oficialmente en las próximas semanas y que todos los vuelos a partir del 15 de octubre serían cancelados.
Las aerolíneas que empiezan caer
Alitalia supo ser la aerolínea más grande de Italia, pero duramente los últimos años sufrió varios reveses financieros. Ya venía en caída, pero la pandemia terminó de hundirla: la compañía registró pérdidas por más de 500 millones de dólares en el primer semestre de 2020.
Por otra parte, Air France-KLM informó pérdidas por más de 8,33 mil millones de dólares en 2020. Al mismo tiempo, Wizz Air registró una caída de aproximadamente 675 millones de dólares desde marzo de 2020 hasta marzo de 2021.
Ahora bien, algunas aerolíneas recibieron importantes ayudas gubernamentales, lo que les permitió salir a flote. Por caso, Air France-KLM recibió unos 12,2 mil millones de dólares en préstamos y garantías gubernamentales, mientras que Lufthansa recibió 10,6 mil millones de dólares.
Poria cree que las empresas que se centren en el turismo de negocios y médico tendrán mayores probabilidades de sobrevivir a la crisis que las que se centren en el ámbito del ocio. En ese sentido, a medida que avanza la pandemia, "la gente decidirá si corre el riesgo de viajar, y lo cierto es que muchos preferirán quedarse en casa".
Sucede que viajar ya no será una decisión tan simple como antes. Se espera que los turistas proporcionen regularmente los resultados de las pruebas, certificados de vacunación y otras declaraciones de salud antes de que puedan despegar. "Todas estas restricciones llevarán a que volemos menos", afirma el especialista.
Con las restricciones en curso y los requisitos de cuarentena para casi todos los viajeros, la mayoría de los israelíes no vuelan al extranjero en este momento y muchos han retrasado sus planes de viaje indefinidamente. Por eso, la crisis ha afectado especialmente a las aerolíneas israelíes.
¿Miles de trabajadores despedidos?
El sindicato de trabajadores de Histadrut declaró formalmente una disputa laboral. Además, informó que los trabajadores del aeropuerto, así como los empleados por aerolíneas israelíes, podrían ir a la huelga el 6 de septiembre si el Ministerio de Finanzas no acepta compensar a los trabajadores despedidos.
El presidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Histadrut, Avi Edery, dijo que el sindicato había acordado inicialmente que se podría despedir a 3.000 trabajadores para reducir costos. Sin embargo, las empresas están buscando despedir a cientos de empleados más y el gobierno ha hecho poco para mejorar la situación.
3 צפייה בגלריה
Los trabajadores del sector de la aviación protestan en el Aeropuerto Ben Gurion.
(Motti Kimchi)
“Tenemos una nueva ola de despidos, sin acuerdo y sin ayuda financiera para las empresas. Estamos al borde de la bancarrota", afirmó Edery. Y continuó: "El sector de los viajes aéreos es fundamental. Si Israel no tuviera una importante industria de la aviación, sería un riesgo para sus intereses nacionales".
El Ministerio de Finanzas acordó el domingo proporcionar paquetes de asistencia en forma de extensiones de préstamos para las aerolíneas israelíes El Al, Arkia e Israir. De este modo, sugirió un préstamo de 150 millones de dólares para El Al, la compañía aérea nacional de Israel, y de 20 millones para Arkia e Israir.
Sin embargo, Edery dijo que la Histadrut ya rechazó la oferta. “El Al está en peligro y a las autoridades no les importa. Ni siquiera habrá salarios para pagar a los trabajadores en septiembre", declaró.
Otros también culparon del alcance de la crisis a la acción y la inacción del Estado. “Por un lado, están diciendo que no vamos a cerrar y por lo tanto no habrá ninguna compensación para los negocios que se están desmoronando, pero por otro lado también le están diciendo al público que no debe viajar”, exclamó una fuente del sector de viajes, que pidió permanecer en el anonimato.
"Israel no ha tratado la aviación como un activo estratégico y la situación es terrible en este momento", advirtió. “Las empresas de viajes no recibieron ninguna ayuda financiera. Es una situación muy complicada”, concluyó.
El artículo fue escrito por Maya Margit y reimpreso con el permiso de The Media Line.
