Las Fuerzas de Seguridad de Israel informaron que la actual ola de terrorismo, que hasta ahora se cobró la vida de 19 israelíes, tiene una motivación religiosa y no es resultado de la incitación del líder de Hamás, Yahya Sinwar.
Según las autoridades, el denominador común de los recientes atentados terroristas es que fue perpetrados por lobos solitarios, y que a menudo fueron provocados por los acontecimientos en torno a la mezquita de Al Aqsa.
Señalan que, a pesar de los intentos de algunos grupos terroristas palestinos de afirmar que los atentados se produjeron tras sus llamados a la acción, los autores del informe manifestaron que estaban motivados por otras razones.
A pesar de varios intentos de subirse al carro, en su mayor parte Hamás optó por mantenerse al margen de los ataques y no proporcionó ayuda financiera.
Las dos figuras más influyentes de Gaza -el líder de Hamás, Yahya Sinwar, y Mohammed Deif, comandante del ala militar del grupo- tienen poca o ninguna relación con los terroristas.
Las fuerzas de seguridad afirman que cada atentado terrorista perpetrado por palestinos de Cisjordania que entran en Israel sin permiso, es un fracaso por su parte. A pesar de su éxito a la hora de frustrar innumerables atentados a diario, las FDI consideran que varios de los ataques que se produjeron podrían haberse evitado si las fuerzas estuvieran más alerta.
Los oficiales aseveraron que su mayor despliegue de tropas y esfuerzos de seguridad más estrictos a lo largo del muro de separación, parecen ser aún más eficaces. Además del aumento de los efectivos a lo largo de la frontera, se están invirtiendo millones de shekels en la construcción de una nueva valla tecnológica.
Todo esto tiene lugar mientras Israel intenta hacer malabarismos con otros conflictos regionales. Hezbollah y Siria siguen siendo focos de amenazas a la seguridad a largo plazo.
El acuerdo nuclear con Irán arroja una sombra sobre Israel y el resto del mundo occidental, según los funcionarios, aunque los esfuerzos por reavivar las conversaciones parecen, hasta ahora, fracasar.