Más de 170 directores de escuelas se dirigieron el sábado al primer ministro entrante, Benjamín Netanyahu, para pedirle que revoque su decisión de transferir responsabilidades sobre los programas educativos al presidente del partido de extrema derecha Noam, Avi Maoz.
Maoz es conocido por sus opiniones homofóbicas e incluso ya advirtió en declaraciones que buscará la cancelación de la Marcha del Orgullo Gay de Jerusalem.
"No podemos permitir que las opiniones sombrías dicten la agenda", escribieron los educadores.
Previo a eso, cerca de 600 maestros y otros profesionales de la educación firmaron una carta diciendo que no cooperarán con programas que contradigan "los valores humanistas que se encuentran en la ley de educación estatal y los valores de igualdad y democracia".
En reacción a esta protesta, el primer ministro saliente, Yair Lapid, anunció el sábado por la noche el lanzamiento de una línea directa para que los padres expresen su desaprobación de las futuras decisiones del político de extrema derecha.
Lapid llamó a los padres a oponerse al "contenido extremo y peligroso" que promoverá el futuro miembro del nuevo gobierno, en el cual tendrá un control efectivo sobre ciertos aspectos de los programas escolares, así como sobre los oradores externos invitados a expresar sus opiniones en las escuelas públicas tal como Netanyahu le prometió a Maoz.
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Yair Lapid activó una línea para denunciar materiales homofóbicos en escuelas.
(Rafi Ben Hacoun)
Lapid instó a los padres a ponerse en contacto con las autoridades locales y las escuelas para asegurarse de que se enseña bien el "contenido liberal", y no "la doctrina oscura, homofóbica, nacionalista y violenta" de Noam. Agregó que la línea directa lanzada por su partido se utilizará para "recopilar información sobre intentos de insertar contenido sombrío en el sistema educativo", así como para brindar asesoramiento legal a los padres.
Más temprano, Lapid envió una carta oficial a los alcaldes del país pidiéndoles que se opongan a las directivas del próximo ministro de Educación. A medida que aumentaban las reacciones de protesta contra el nombramiento de Maoz, el miembro del Likud, Galit Distel Atbaryan, dijo al Canal 12 que Noam no podía hacer nada sin la aprobación de Netanyahu.
