En los próximos días, se espera que los mediadores cataríes se reúnan con los líderes de Hamás y les ofrezcan las propuestas planteadas en la cumbre de Doha para entender si la organización terrorista está dispuesta a volver a la mesa de negociaciones en lo que se describe como un "pequeño acuerdo". Un esbozo egipcio, un esbozo propuesto por el jefe del Mossad, Dadi Barnea, o un acuerdo ruso: éstas son las propuestas que están sobre la mesa.
El plan propuesto por Egipto incluye la liberación de cuatro secuestrados a cambio de un alto el fuego de 14 días y la liberación de prisioneros. Según este plan, los combates se detendrán durante 48 horas, y durante el resto de los días se llevarán a cabo negociaciones para un alto el fuego permanente. Pero, a pesar de la premisa, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo ayer que "Israel no ha aceptado una oferta de liberar a cuatro secuestrados a cambio de un alto el fuego de 48 horas en Gaza. Si se hubiera hecho tal propuesta, el primer ministro la habría aceptado en el acto".
En Israel, hay quienes atribuyen importancia a este esquema, porque Hamás necesita a Egipto porque lo ve como una puerta de salida, y está tratando de pasar página con el nuevo jefe de inteligencia, Hassan Rashad, tras una ruptura con su predecesor Kamal Abbas. Mientras tanto, los líderes de Hamás también se reunieron con Rashad para renovar los lazos entre las partes.
El segundo esbozo sobre la mesa es el del jefe del Mossad, Dadi Barnea, que asistió a la cumbre de Doha. Este plan estipula la liberación de entre 11 y 14 secuestrados, incluidas todas las mujeres y ancianos que aún están en cautiverio, a cambio de un alto el fuego de 30 días; pero también se exigirá a Israel que libere prisioneros, cuyo número se discutirá durante las negociaciones.
El esbozo de Barnea no incluye concesiones territoriales ni retiradas israelíes, por lo que Catar y Estados Unidos formularon un plan según el cual Hamás recibiría garantías para una retirada israelí completa de Gaza en el futuro. De hecho, se supone que estas garantías eluden la negativa de Netanyahu a retirarse de Filadelfia y Rafah. Fuentes familiarizadas con los detalles creen que Israel tendrá que ser más generoso en la cuestión de las llaves para liberar a los prisioneros, ya que Hamas no acepta retiradas y, por lo tanto, insistirá en una llave más grande.
El tercer esbozo es en realidad una propuesta rusa para un acuerdo, según el cual dos secuestrados con doble nacionalidad, Alexander Tropanov y Maxim Harkin, serán liberados. Musa Abu Marzuk, vice jefe de la oficina política de Hamás, visitó Moscú la semana pasada y se entrevistó con el viceministro de Relaciones Exteriores, Mijaíl Bogdánov, sobre la liberación de los dos ciudadanos rusos.
Abu Marzouq dijo que se daría prioridad a que se liberaran primero, pero no estaba claro qué significaría eso y si se liberarían por separado o como parte de uno de los otros dos acuerdos en la agenda. En cualquier caso, entre bastidores hay contactos con los rusos, que están decididos a lograr la liberación de sus dos ciudadanos, como un logro personal del presidente Vladimir Putin.
Pero junto con la cumbre en Doha y el diseño de las líneas generales, fuentes familiarizadas con el asunto se muestran muy escépticas de que el acuerdo se cierre antes de las elecciones estadounidenses, a pesar de que Biden ha dado instrucciones a su administración para tratar de llegar a un pequeño acuerdo antes de las elecciones.
Según las evaluaciones, después de las elecciones estadounidenses, Netanyahu estará bajo una fuerte presión, tanto de Donald Trump como de Kamala Harris, para exigirle que se esfuerce por poner fin a la guerra en el norte y el sur y promover un alto el fuego con un esquema para la liberación de los rehenes. Además, cabe señalar que los estadounidenses y los cataríes están decididos a combinar los contactos para un acuerdo de rehenes con un alto el fuego en el Líbano.
Mientras tanto, Netanyahu mantuvo una consulta ministerial limitada esta noche sobre el tema del acuerdo en el norte. Fuentes familiarizadas con el asunto dicen que es una discusión crucial. El enviado de Biden a un asentamiento en el norte, Amos Hochstein –quien se suponía que llegaría a Israel esta semana–, pospuso su llegada y podría realizar el viaje sólo si maduran las negociaciones para un acuerdo en el norte.