El líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, habló con los directores ejecutivos de las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna varias veces en los últimos días para instarlos a enviar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, dejando fuera de los contactos al primer ministro Naftalí Bennett.
"El gobierno debe traer inmediatamente la tercera vacuna a Israel, no hay otra forma de salvar vidas y mantener la economía abierta", dijo el ex primer ministro en un video publicado en Twitter. Y agregó: "Dejen de perder el tiempo".
Netanyahu no notificó a Bennett ni antes ni después de llevar a cabo las conversaciones con los directores ejecutivos de Pfizer y Moderna, Albert Bourla y Stéphane Bancel, respectivamente.
Después de dialogar con ambos ejecutivos, el líder del Likud llegó a la conclusión de que Israel debe ordenar de inmediato millones de vacunas más para proteger a la población del país mayor de 50 años de la variante Delta, la cual preocupa al mundo debido a su alta transmisibilidad:
Sin embargo, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, afirmó el miércoles que Israel no sufre ninguna escasez de vacunas.
El Ministerio de Salud manifestó su sorpresa por las conversaciones de Netanyahu con los directores ejecutivos de Pfizer y Moderna, y afirmó que los contactos se llevaron a cabo "demasiado pronto", ya que aún no se sabe si Israel necesita una tercera dosis.
El director general del Ministerio de Salud, Nahmah Ash, expresó: "Nuestra decisión es independiente y nuestra relación con Pfizer y Moderna es directa. Creo que la medida debe dejarse en manos de los profesionales".