El Jefe del Estado Mayor, Aviv Kochavi, aseguró que en caso de guerra contra Hezbollah, las fuerzas terrestres tendrán que operar a través de la frontera con el Líbano, con el fin de derrotar a la fuerza respaldada por Irán.
Kochavi se dirigió a los altos mandos militares en el momento en que Israel comienza la tercera semana de su principal ejercicio militar.
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El Jefe del Estado Mayor, Aviv Kochavi (centro), con comandantes de las FDI, durante un simulacro de preparación para la guerra contra Hezbollah.
(FDI)
El Jefe del Estado Mayor dijo que el grupo terrorista con base en el Líbano cuenta con una fuerza de élite especializada, a la que llaman Fuerza Radwan, entrenada para atravesar la frontera y entrar en el norte de Israel para ocupar una base militar o una de las comunidades israelíes, con el fin de utilizarla con fines propagandísticos.
El grupo terrorista también puede desplegar 45.000 cohetes de corto alcance, 80.000 misiles de medio y largo alcance -decenas de ellos de precisión- y proyectiles de mortero. El ejército cree que se lanzarán hasta 1.500 cohetes al día desde el Líbano y miles de soldados de las FDI estuvieron practicando una respuesta que incluye la destrucción de los lugares de lanzamiento.
Las fuerzas atacarán los centros de mando y control de Hezbollah cerca de la frontera, las posiciones antiaéreas y los puestos de observación, así como los movimientos de tropas del grupo terrorista hacia el sur del país. El ejercicio incluyó una incursión de decenas de kilómetros de profundidad en el Líbano.
En la presentación de las FDI a los funcionarios del gobierno, los militares manifestaron que los disparos de cohetes continuarán durante el conflicto, pero su intensidad y calidad disminuirán con el tiempo si las fuerzas terrestres se despliegan pronto.
Las fuerzas calculan que, tras nueve días de combates, puede haber miles de bajas en el Líbano, muchas de ellas de combatientes de Hezbollah. Por otro lado, Israel podría sufrir 300 muertes de civiles y militares después de nueve días, y la destrucción de 80 lugares en todo el país, incluyendo edificios de apartamentos que pueden recibir fuego directo y derrumbarse.
En la preparación de dicho conflicto se modificaron unos 2.500 kilómetros de carreteras y caminos fuera de la carretera para el transporte de decenas de miles de tropas, tanques, APC y otros equipos militares. Algunas de las nuevas rutas y zonas de concentración de tropas están pensadas para permitir el libre flujo de soldados y equipos, incluso en caso de disturbios, que pueden extenderse a las principales carreteras.
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Avión de combate de la Fuerza Aérea durante un ejercicio de las FDI en preparación para la guerra en el norte.
(FDI)
Las fuerzas conjuntas de infantería, blindaje y aire se están entrenando actualmente para una guerra terrestre contra Hezbollah, junto con unidades de inteligencia, imágenes por satélite y otras tecnologías, para permitir una respuesta militar que cambie la información al minuto.
La capacidad de entrenamiento de las FDI se vio comprometida durante dos años por razones presupuestarias. Sólo se produjo un cambio después de que el gobierno de Naftali Bennett asumiera el poder y aprobara un presupuesto nacional, permitiendo a los militares desviar recursos para preparar al ejército regular para la guerra.
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Vehículo aéreo no tripulado lanzado durante un simulacro militar para preparar la guerra contra Hezbolá en el norte.
(FDI)
Pero los líderes militares no están seguros de cómo debe presentarse a los civiles israelíes el impacto de esa guerra en el frente interno, tal y como se desprende del simulacro. Las FDI entienden que los israelíes pueden sufrir el fuego de cohetes y misiles en una intensidad nunca vista, pero desean evitar un pánico innecesario.
