Dos días después de que seis palestinos de la Yihad Islámica se fugaron de la cárcel de Gilboa, en el norte de Israel, prisioneros del mismo grupo terrorista se amotinaron en otras dos cárceles del país.
La revuelta incluyó la quema de celdas y enfrentamientos con la policía en las prisiones de Kziot y Ramon, en el sur de Israel. El motín se produjo en respuesta a la orden de las autoridades israelíes de cambiar de celdas o cárceles a numerosos reclusos, con el objetivo de prevenir una nueva fuga como la que ocurrió al comienzo de la semana.
“Será incendiada cada ala de la Yihad Islámica que el servicio penitenciario intente evacuar”, advirtieron desde el liderazgo de los presos de máxima seguridad.
La movilización de presos comenzó el lunes por la tarde, luego de la fuga en Gilboa. Antes del incidente los palestinos condenados por terrorismo compartían celdas con integrantes de sus facciones. Así, por ejemplo, los prisioneros de Hamás no se mezclaban con los de Fatah. Según explicaron desde el Sistema Penitenciario de Israel (SPI), la división buscaba evitar ajustes de cuentas internos entre los grupos palestinos.
Un importante funcionario del SPI contó que en Kziot habían sido incendiadas siete de las 12 celdas del Ala 6, destinadas a miembros de la Yihad Islámica, y que una hora después se desató el motín en dos celdas de Ramon.
Antes de la fuga de Gilboa los palestinos condenados por terrorismo compartían celdas con integrantes de sus facciones. Según explicaron desde el SPI, la división buscaba evitar ajustes de cuentas internos entre los grupos palestinos.
En otras sedes del servicio penitenciario israelí también se vivieron momentos de tensión: el SPI informó que en paralelo a la revuelta en Kziot reclusos de la prisión de Megido, en el norte, se negaron a ingresar a sus celdas después de su tiempo de esparcimiento al aire libre. A su vez, presos de Ofer, a las afueras de Jerusalem, amenazaron con responder con violencia ante un posible traslado de reclusos.
"Nos estamos preparando para eventos de este tipo en los próximos días, estimamos que habrá más intentos de violar el orden", dijo el funcionario policial consultado por Ynet. "Los presos no dirigen las cárceles, nosotros lo hacemos, y quienes no cumplan nuestras reglas serán castigados”, agregó con firmeza.
