Otra opción para destrabar la crisis política: el primer ministro Benjamín Netanyahu se reunió con Aryeh Deri, ministro del Interior y líder de Shas, y lo autorizó a examinar la posibilidad de una elección directa entre el mencionado Netanyahu y Benny Gantz.
Hasta el momento el máximo referente del Likud se había negado a esta posibilidad argumentando que todos los esfuerzos debían concentrarse en la formación de un gobierno de unidad. Pero las negociaciones con Kajol Labán asoman estancadas y en la mañana del viernes Deri, quien impulsó la iniciativa dentro del bloque de derecha, recibió permiso para evaluar la implementación.
Si bien Netanyahu se mantuvo cauto y no manifestó un apoyo definitivo a la posibilidad de una elección directa a primer ministro, Micky Zohar, su compañero del Likud, había expresado en una entrevista a Ynet que estaba de acuerdo con la propuesta de Deri ya que evitaría una nueva convocatoria a las urnas. "Por supuesto, no hablo por Netanyahu, pero creo que debería ocurrir y confío en que eventualmente él también estará de acuerdo", aseguró.
Ayelet Shaked, referente de HaIamín HaJadash (Nueva Derecha), ya había expresado su apoyo a la iniciativa. "En la situación actual, sería lo correcto", argumentó y señaló que dentro de la Knesset ya se comenzó a trabajar en los aspectos legales en caso de una eventual aprobación.
Desde el partido Kajol Labán desestimaron la propuesta que fue considerada "una jugada miserable" y que evidencia que "Netanyahu está bajo presión". Yechiel Tropper, parlamentario del partido que lidera Gantz, indicó que "no tenemos miedo a elecciones, pero no creemos que sea lo correcto para Israel".