El diario británico The Guardian informó hoy (sábado) que Europa y Estados Unidos están promoviendo una propuesta de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que otorgaría a una fuerza internacional para la estabilización de Gaza amplias facultades de control de seguridad en la Franja, bajo liderazgo egipcio.
Mientras tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu negó el informe según el cual se abriría el paso de Rafah, y anunció que permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso” debido a las sanciones impuestas por Israel contra Hamás. Según Netanyahu, “la apertura del paso se evaluará en función de cómo Hamás cumpla con su parte en la devolución de los secuestrados fallecidos y en la implementación del esquema acordado”. Previamente, la embajada palestina en El Cairo había afirmado que el paso se reabriría el lunes, por primera vez desde que entró en vigor el alto el fuego.
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Benjamín Netanyahu. Señaló que el cruce de Rafah no se abrirá "hasta nuevo aviso".
(Reuters)
Según el informe de The Guardian, Estados Unidos presiona para que la fuerza reciba un mandato de la ONU sin ser definida como “fuerza de paz” formal, y que actúe con facultades similares a las otorgadas a fuerzas internacionales que operan en Haití para combatir bandas armadas.
En la propuesta se mencionan también Turquía, Indonesia y Azerbaiyán como principales contribuyentes a la fuerza, aunque en El Cairo aún se debate si el liderazgo debe recaer en la ONU.
No se espera que las fuerzas británicas y estadounidenses participen directamente en la fuerza internacional, pero Reino Unido ha enviado asesores al comando estadounidense de 200 soldados que opera dentro de Israel para implementar la fase B del plan de “20 puntos” del presidente Donald Trump.
Según The Guardian, Reino Unido enfatiza que el objetivo final es “un Estado palestino como entidad única, que incluya la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalem Este”. Se señala también que Reino Unido participó en el entrenamiento de la fuerza policial palestina —la misma que Egipto y Jordania quieren ampliar a unos 10.000 efectivos—, aunque será la fuerza internacional la que asuma inicialmente la mayor parte de la responsabilidad en Gaza.
Si la fuerza internacional demuestra ser eficaz, Israel se retirará aún más allá de la “línea amarilla” establecida en la fase A del plan. Sin embargo, Israel exige mantener bajo su control una amplia zona de amortiguamiento cerca de la frontera, para poder protegerse de ataques terroristas —incluso de parte de Hamás, que volvió a operar en la Franja apenas se anunció el alto el fuego.
Diplomáticos británicos admitieron ante The Guardian que la tarea de desarmar a Hamás será “la más difícil”, y en Londres proponen aplicar ideas del proceso en Irlanda del Norte —donde las armas bajo control del IRA y de los protestantes fueron retiradas mediante un organismo de verificación independiente. The Guardian señala que es probable que Hamás acepte desarmarse solo en favor de un organismo palestino que controle la Franja, aunque podrían utilizarse “terceros” para verificarlo ante Israel. Se estima que el proceso comenzaría con el armamento pesado —lanzadores y cohetes— y sólo más adelante incluiría los fusiles de los combatientes. Sin embargo, Israel se opone al control de la Autoridad Palestina sobre Gaza, y por ahora parece ser el único organismo palestino capaz de asumir responsabilidad en la zona, lo que pone en duda la viabilidad del plan.
Junto a la fuerza internacional, se establecerá en Gaza el “Consejo de Paz” de Trump, que estaría encabezado por el exprimer ministro británico Tony Blair, junto al propio presidente. La creación del consejo está prevista para mediados de noviembre, cuando Egipto organizará una gran conferencia en El Cairo para la reconstrucción de la Franja, con el objetivo de reunir un amplio fondo de donantes internacionales, incluidos inversores privados. Según estimaciones de la ONU, se necesitarán unos 70 mil millones de dólares para la reconstrucción.
Frente a estas discusiones, la realidad en Gaza sigue siendo dura: Hamás lanzó una “operación de gobernabilidad” en la que ejecutó a opositores y torturó públicamente a otros. Trump, que inicialmente dijo que “no le importaba”, atacó el fin de semana: “Si Hamás sigue matando gente en Gaza —lo cual no estaba en el acuerdo— no tendremos más opción que entrar y matarlos”.
Tiroteo en Gaza: las FDI atacaron un vehículo que cruzó la línea amarilla
Por otro lado, la defensa civil de Gaza —organismo gestionado por Hamás— afirmó hoy que recuperó los cuerpos de 11 palestinos que murieron ayer por disparos de las FDI contra un autobús. La versión de Hamás fue difundida también por agencias internacionales, y el ejército israelí respondió que identificó un vehículo sospechoso que cruzó la “línea amarilla” —nombre del primer límite de retirada acordado en el pacto con la organización terrorista— y abrió fuego contra él.
Según el comunicado citado por la agencia AFP, tras un disparo de advertencia, los soldados abrieron fuego para neutralizar la amenaza, conforme al acuerdo. El portavoz de la defensa civil dijo que los cuerpos fueron recuperados en coordinación con la Cruz Roja, y afirmó que el autobús atacado “transportaba desplazados desde el este del barrio Zaitun”, en la ciudad de Gaza.
Por primera vez desde el inicio del alto el fuego, se registraron ayer enfrentamientos entre milicianos y fuerzas israelíes en la Franja, donde las FDI aún mantienen el control de amplias zonas según el acuerdo firmado entre Israel y Hamás. El portavoz militar informó sobre dos incidentes excepcionales y sobre los intercambios de disparos. En Jan Yunis se identificaron varios milicianos que salieron de un túnel en el área urbana del sur de la Franja, y según las FDI se acercaron a las tropas “de forma que representaban una amenaza inmediata”. Según el comunicado, “los milicianos fueron atacados desde el aire para eliminar la amenaza, conforme al acuerdo”.
