El fiscal general, Avijai Mandelblit, procesó el martes al primer ministro, Benjamín Netanyahu, por tres casos de corrupción.
La acusación fue presentada en el Tribunal de Distrito de Jerusalem.
El martes 28 por la mañana, el primer ministro, que se encuentra en Washington para la presentación del plan de paz para el Medio Oriente del presidente estadounidense Donald Trump, retiró su solicitud de inmunidad parlamentaria.
Antes de que Netanyahu retirara su pedido, la Knesset tenía previsto votar el miércoles para discutir acerca de la solicitud del mandatario.
Tras cancelar su solicitud de inmunidad, el primer ministro calificó el debate en el Parlamento como "un circo" y afirmó que se trata de “otro paso en la injusta persecución" contra él.
Un portavoz del Ministerio de Justicia manifestó que una vez que un miembro de la Knesset retira su solicitud de inmunidad, debe ser tratado como cualquier otro ciudadano, lo que requiere que el ministerio presente inmediatamente la acusación ante el tribunal.
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Netanyahu se encuentra en Estados Unidos para la presentación del plan de paz de Trump
(Reuters)
Desde el entorno de Netanyahu criticaron al fiscal general por la decisión. “Si alguien tenía alguna duda de que se está llevando a cabo una persecución obsesiva contra el primer ministro, hoy recibió una clara prueba”, expresaron allegados a Netanyahu.
La decisión de procesar al primer ministro se tomó en noviembre de 2019. En aquella oportunidad, el fiscal general manifestó: "Todos los ciudadanos de Israel, incluido yo mismo, admiramos a nuestros dirigentes electos, principalmente al primer ministro”.
Netanyahu calificó la decisión como un intento de "golpe de Estado", y señaló que las acusaciones en su contra son falsas.
El primer ministro criticó, además, a la policía y la fiscalía alegando que los ciudadanos han perdido su confianza en esas instituciones.
