El primer ministro Benjamín Netanyahu solicitará el domingo al gobierno que apruebe la suspensión de los vuelos de pasajeros desde y hacia el Aeropuerto Internacional Ben Gurion por un período de dos semanas, en un esfuerzo por detener la propagación del coronavirus.
La propuesta se produce después de que Netanyahu realizara consultas con los funcionarios del Ministerio de Salud y el Consejo de Seguridad Nacional el sábado por la noche, debido a las preocupaciones sobre la propagación de las mutaciones del coronavirus.
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Aviones de El Al estacionados en el aeropuerto Ben Gurion después de que se suspendieran los vuelos durante el mes de julio.
(AFP)
El borrador de la propuesta que se presentará a los ministros requerirá de la aprobación del fiscal general antes de entrar en vigencia.
Los funcionarios del Ministerio de Salud advirtieron que la variante causa una enfermedad más grave, que no siempre se detecta con los métodos de prueba existentes. La advertencia fue realizada después de que se descubriera que seis mujeres embarazadas, que se encuentran internadas en estado grave con COVID-19, habían contraído la nueva variante británica del virus.
"Nuestro laboratorio viral central ha recibido hasta ahora diez muestras de mujeres embarazadas que padecen COVID-19. Hemos completado la secuenciación del ADN de siete de esas muestras y hemos encontrado que seis de ellas son de la variante británica", dijo un funcionario del ministerio.
El ministerio insta a las mujeres embarazadas a vacunarse contra el coronavirus lo antes posible.
El grupo de trabajo de la inteligencia militar que lucha contra el coronavirus, cuya labor se lleva a cabo en conjunto con el Ministerio de Salud, advirtió que podría aparecer una variante local.
En un informe publicado el sábado, el grupo de trabajo propuso una cuarentena obligatoria para todos los israelíes que regresen del exterior, incluso si ya se recuperaron del COVID-19 o recibieron las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus.
El informe señaló que ya era demasiado tarde para detener la propagación de la variante británica en la población.
"Este es un problema global evidente en Europa, Estados Unidos y muchos otros países y su rápida propagación hace que sea mucho más difícil de contener", agregó el informe.
