El ejército confirmó que se alcanzó un alto el fuego con la Yihad Islámica en Gaza luego de dos días de violencia provocada por la eliminación del comandante militar de la División Norte de la agrupación, aunque algunos cohetes fueron disparados desde la Franja hacia el sur de Israel el jueves por la mañana.
"La eliminación selectiva producida el martes del comandante de la Yihad Islámica Baha Abu al-Ata fue una ofensiva realizada por sorpresa. La misma fue llevada a cabo por el ejército en coordinación con el servicio de seguridad Shin Bet", aseguró el brigadier general Hidai Zilberman, portavoz de las FDI.
Además comentó que Israel intentó estabilizar la situación de seguridad en la frontera con Gaza durante mucho tiempo para proporcionar calma a los residentes de las comunidades del sur.
"Desafortunadamente, no pudimos desviar al comandante de la Yihad Islámica del camino del terrorismo", manifestó Zilberman.
El miembro de las FDI calificó a Abu al-Ata como enemigo no sólo de Israel sino también de los residentes de Gaza, ya que trató de perturbar los esfuerzos para llegar a un entendimiento entre las partes.
Las FDI creen que Abu al-Ata recibía instrucciones del liderazgo de la organización en Siria, y fue el responsable de la mayoría de los ataques contra Israel desde Gaza en los últimos años.
Los preparativos para atacar al comandante de la Yihad Islámica tardaron meses y las FDI llevaron a cabo prácticas de guerra para probar posibles escenarios.
"Nuestro plan era atacar sólo a la Yihad Islámica y separar a Hamás de las hostilidades", afirmó Zilberman sobre las acciones de las FDI durante las 48 horas de combate.
También agregó que el grupo terrorista sufrió un duro golpe a sus capacidades militares durante lo que las FDI han denominado 'Operación Cinturón Negro'.
Desde el martes, al menos 25 extremistas fueron eliminados por las FDI mientras intentaban lanzar misiles hacia los centros de población israelíes.
"Varios funcionarios de inteligencia trabajaron junto a los comandantes para dirigir las ofensivas", señaló Zilberman.
En total, se lanzaron 450 cohetes hacia Israel entre el martes por la mañana y las primeras horas del jueves, cuando la tregua aparentemente se afianzó. El 90% de los misiles dirigidos hacia los centros de población fueron interceptados por el sistema de defensa 'Cúpula de Hierro'. El 60% de los mismos cayeron en zonas despobladas.
Los aviones de las FDI llevaron a cabo docenas de bombardeos contra objetivos de la Yihad Islámica. Las ofensivas golpearon complejos militares, depósitos de armas, instalaciones de entrenamiento, centros de comando, lanzacohetes, túneles y puestos de vigilancia.
"Llevamos a cabo la batalla tomando la iniciativa, el engaño y la precisión quirúrgica", sostuvo el portavoz militar, añadiendo que se tomó la decisión de priorizar la calidad sobre la cantidad, lo que también aseguró que Hamás no fuera afectado.
"Aprendimos de las experiencias pasadas y mejoramos nuestras capacidades de defensa antimisiles", manifestó, aunque también admitió que siempre se puede mejorar.
"La Yihad Islámica no es Irán o incluso Hamás, por lo que las FDI utilizaron una pequeña parte de sus capacidades en esta ronda de combates", aseguró el portavoz de las FDI, y agregó que el ejército está preparado para cualquier número de eventos que se presenten en los diversos frentes de Israel.
Zilberman advirtió que Israel respondería con fuerza a cualquier ataque y continúa expectante y preparado para la reanudación del fuego desde Gaza.
El ministro de Defensa, Naftali Bennett, comunicó el jueves que las nuevas reglas del juego son claras: "Las FDI operarán con total libertad y sin restricciones contra cualquiera que intente causar daño a la población de Israel. No habrá ningún lugar para esconderse".
